CÓRDOBA - No solo se trata de la elección de gobernador en el tercer distrito electoral del país, después de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires. Los comicios de este domingo en Córdoba revisten particular importancia en el escenario nacional por dos factores claves: por un lado, la dimensión de la victoria del actual gobernador Juan Schiaretti , que se da por descontada, será determinante para definir el futuro de Alternativa Federal. Todo el arco político está atento a si habrá un guiño del cordobés a Roberto Lavagna o si lo fuerza a ir a una PASO.

Por otro lado, Cambiemos se presenta fracturado. En el distrito que le dio la diferencia a Mauricio Macri para llegar a la Casa Rosada, la alianza política no logró superar las diferencias internas. Mario Negri, acompañado por Héctor Baldassi como candidato a vicegobernador y Luis Juez como candidato a intendente de la ciudad de Córdoba, es el postulante de la Casa Rosada, y durante la campaña contó con el acompañamiento de Elisa Carrió, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, que visitaron la provincia para apoyarlo.

Ramón Mestre, en cambio, terminó liderando el sector de la UCR descontento con el papel que Pro le dio en Cambiemos. Su lista es "radical pura", su candidato a vice es el intendente de Bell Ville, Carlos Briner, y su postulante a la intendencia de la capital, Rodrigo De Loredo, quien mantiene buena relación con Pro, pero que fue vetado por la Casa Rosada.

La campaña, que fue corta por el proceso de quiebre de Cambiemos y la conformación de listas, no tuvo debate y tampoco entrevistas a Schiaretti. Sus rivales lo fustigaron por no hablar, pero el gobernador no cambió. Seguro de que logrará una victoria -si así fuera conseguirá su tercer mandato no consecutivo-, ni siquiera nombró al resto de los candidatos de su frente, se concentró en inaugurar obras, asegurar que las finanzas provinciales están en orden y pedir apoyo "para seguir juntos".

Desde la oposición, los ejes de campaña que se instalaron fueron similares: que los 20 años que lleva la alianza liderada por el peronismo, que calificaron de "populista", son muchos, que llegó el momento del cambio, que el endeudamiento acumulado por Schiaretti es alto (equivale a la mitad de los ingresos provinciales anuales), que la empresa provincial de energía (Epec) está "vaciada" y da un mal servicio, y que las áreas de salud, seguridad y educación están mal.

Las propuestas apuntaron, en la mayoría de los casos, a comprometer recursos sin explicar cómo se financiarían.

El kirchnerismo en Córdoba no presentó candidato y en los últimos días dos de sus referentes, los legisladores Martín Fresneda y Gabriela Estévez, dijeron que votarían a Schiaretti. Desde el gobierno provincial siempre negaron un acuerdo con el sector que responde a Cristina Kirchner basados en que, a nivel nacional, Schiaretti se opone "absolutamente" a un acuerdo con la expresidenta.

Si el gobernador consigue su tercer mandato no consecutivo alcanzará a quien fuera su socio político, José Manuel de la Sota, y al radical Eduardo Angeloz. De ganar Hacemos por Córdoba, desde el regreso de la democracia, los dos partidos mayoritarios habrán gobernado uno cuatro y el otro, cinco veces la provincia.

La mayor diferencia entre el primero y el segundo se registró en 1991, cuando Angeloz logró el 52% de los votos frente al 36,4% que consiguió De la Sota; una brecha similar se registró en 2003, cuando De la Sota se impuso por 51,8 puntos a Oscar Aguad, que cosechó 37,3.

En su primera elección como candidato a gobernador en 2007, Schiaretti le sacó cinco décimas a Juez, fue el comicio "del escándalo", y en 2015 le ganó a Aguad por poco más de seis puntos, 39,9% a 33,7%.

Pelea capital

La elección en la ciudad de Córdoba aparece, hasta ahora, como la más disputada. La última vez que la gobernó la alianza oficialista provincial fue con Germán Kammerath, entre 1999 y 2003. Después todos sus candidatos perdieron: una vez frente a Juez y el resto, frente a candidatos radicales.

La decisión de candidatear al diputado nacional Martín Llaryora le llevó tiempo a Schiaretti porque el delasotismo disputaba ese lugar. Finalmente hubo acuerdo y Daniel Passerini, el postulante de ese sector, se sumó a la fórmula. Hasta se barajó una alianza con Olga Riutort, exmujer de De la Sota.

El efecto arrastre de la boleta única es la carta que se juega Hacemos por Córdoba para arrebatarle la ciudad a la UCR. Según los sondeos, la diferencia a favor de Schiaretti es allí menor que en otros departamentos. En el cierre de su campaña, Negri aseguró que estaban ganando la ciudad. De Loredo también confía en que puede imponerse.

A los tres principales candidatos se les suman otras nueve listas. Además de gobernador y vice se eligen autoridades en 242 ciudades y los 70 legisladores de la Legislatura provincial. Hoy el oficialismo tiene mayoría en el cuerpo con 40 parlamentarios.

Fuente: La Nación

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