Una empleada de la SCPL cose cientos de barbijos para repartir en la reapertura de la entidad
Este lunes la Sociedad Cooperativa Popular Limitada volvió a abrir su oficina comercial, luego del cierre por el aislamiento obligatorio. Gabriela Galarza, una empleada de la Cooperaativa y amante de la costura, decidió colaborar con las normas de prevención dispuestas por la entidad: cosió hasta el momento más de 300 barbijos que fueron entregados a quienes asistieron hoy al edificio para pagar las cuentas. Con los materiales que le dió la SCPL, Galarza también entregará tapabocas para las familias de sus compañeros de trabajo. “Me encanta poder colaborar con ellos, porque me gusta ayudar y ahora se me dio la oportunidad haciendo lo que me gusta”, dijo a ADNSUR.
COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Un domingo diferente vivió ayer Gabriela Galarza, una empleada de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada (SCPL), que decidió ser solidaria en medio de la pandemia por el coronavirus y cosió cientos de barbijos en forma gratuita para repartir entre quienes asistieron este lunes a pagar las facturas de luz e internet, y para familias de sus compañeros de trabajo.
Cerca de las 21 del domingo, mientras las familias se preparaban para cenar, ella cosía barbijos para que este lunes, en la apertura comercial de la entidad, sus compañeros puedan usar como una medida de protección contra el virus, que en Comodoro ya tiene dos infectados.
Galarza, en medio de una pausa a su tarea, dialogó con ADNSUR y explicó cómo surgió esta movida solidaria. “La iniciativa surgió porque tenía ganas de ayudar. Sé coser, estudie diseño y dije ‘con algo puedo ayudar con la Cooperativa’. Entonces presente el proyecto, pero es también una forma de agradecer porque hace 20 años que trabajo ahí y es como mi segunda casa”, admitió.
Hace dos décadas Gabriela trabaja en la SCPL. Comenzó en atención al público, pasó por facturación y telefonía y hace un tiempo ocupa un cargo en la secretaría de gerencia general.
Para ella es una placer realizar esta movida solidaridad, ya que combina su amor por la entidad con esta pasión que descubrió cuando ya trabajaba en la SCPL.
“Yo comencé de grande, tenía ganas de hacer algo distinto a la cope y empecé a hacer pañuelos. Me presente en una feria de diseño, comencé a explorar más en la costura y empecé a hacer vestidos con moldes basicos. Después estudié en la Escuela Hermenegildo Zampar, a distancia. Me fui perfeccionando con el tiempo porque el mundo de la costura es bastante amplio”, recordó sobres sus inicios.
Gabriela se especializa en vestidos de novia y de quince. Hace un tiempo creó su propia marca, Piu Donna, y sueña con tener algún día su propia estructura
“Es como que te tenés que definir por una cosa o por otra, no podés abarcar todas las cosas de la costura porque es un mundo muy grande. Pero me gustaría poner más adelante tener un atelier, algo de novia, como para que se vayan a probar y buscar diseños”, explicó al respecto.
Solo este fin de semana ella armó 200 barbijos que serán entregados al personal de servicio. Los cobertores se sumaron a otros que fueron entregados en las últimas semanas.
Aún le queda mucho trabajo por hacer, ya que debe coser 1400 barbijos. “Queda un largo trabajo, pero con paciencia y con ganas lo voy a poder hacer. Me encanta poder colaborar con mis compañeros, porque me gusta ayudar y ahora se me dio la oportunidad haciendo lo que me gusta”, aeguró mientras volvía a la máquina para cosiendo en forma solidaria.
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