Parece que hacer un estofado de papas con poca carne ya no es lo que era. Ni siquiera los ñoquis, que la tradición indica que nacieron como plato de hogares humildes cuando no había resto para la compra de proteínas, pueden hoy ocupar el lugar destacado que merecen.

Con el precio de las papas cotizando entre los 800 y los 1.000 pesos por kilo, o incluso hasta los 1.300 pesos en km.14, las explicaciones sobre la escalada van desde la sequía y el efecto negativo sobre la producción en los últimos 3 años, hasta meras especulaciones en cadenas de supermercados.

La suba del precio por sobre los indicadores ‘normales’ de la inflación no es nueva, ya que se viene registrando con claridad en las últimas mediciones del Indice que elabora mensualmente el INDEC. Ya en abril, por ejemplo, se notaba que el precio de ese momento resultaba un 258% superior al de un año atrás. Lejos de atenuarse, esa tendencia fue en aumento, alcanzando en julio más del triple del valor de un año atrás.

La imbatible sociedad entre papas y carne cuesta hoy un poco más cara.
La imbatible sociedad entre papas y carne cuesta hoy un poco más cara.

En efecto, según el registro del mes de julio (último dato actualizado por el Instituto, ya que la medición de agosto se conocerá recién la semana próxima), el kilo de papa se ubicaba, en un valor promedio para la Patagonia, en $497,57 por kilogramo. Esto significa un salto de más de $370 respecto de los $120,85 que costaba un año atrás.

80% DE SUBA EN MENOS DE 60 DÍAS y 141% ENTRE ENERO Y AGOSTO

Las razones que se daban en ese momento, respecto de esta suba que se notó especialmente desde la segunda mitad del 2022, se vincularon a los efectos de la sequía, provocados por el fenómeno de ‘La Niña’; esto disminuyó la producción habitual.

La producción de papas se redujo por la sequía, pero hay quienes advierten que no es la única causa de la desmesurada suba de precios.
La producción de papas se redujo por la sequía, pero hay quienes advierten que no es la única causa de la desmesurada suba de precios.

Por aquella causa climática, el precio quedó con un salto muy por encima de la evolución del promedio de la inflación anual; y si bien en los primeros 3 meses de este año tuvo subas más ‘normales’, el valor comenzó a elevarse otra vez desde el mes de julio.

De acuerdo con registros propios en una cadena de supermercados de Comodoro, a mediados de abril el kilo de papa se ubicaba en $336,76, mientras que en la segunda mitad de julio ya había saltado a $499, lo que significa un 48% acumulado en sólo 3 meses.

En la primera quincena de agosto ya estaba en $549, elevándose a $599 en la segunda mitad del mes, para arrancar septiembre en $799. En los últimos días, volvió a subir, esta vez a $899. Es decir, un 80% de aumento acumulado en menos de 60 días, contados desde el 22 de julio último. Y en relación al 7 de enero de este año, cuando valía $372, la diferencia es del 141%, muy por encima de la inflación acumulada en lo que va del año, aun con la disparada que se espera en el índice del mes de agosto, que se conocerá esta semana.  

HASTA JULIO, LA CARNE QUE MIDE EL INDEC HABIA SUBIDO MUCHO MENOS

Como se dijo, en la medición que realiza el organismo oficial para la región patagónica se considera sólo un corte de carne, que es la picada común. Aun con ese límite, puede tomarse como instrumento de comparación.

De acuerdo con el relevamiento de julio 2022, el kilo de carne picada común en la Patagonia tenía un precio de $950,28, mientras que en julio de este año había subido a $1.113,09, lo que representa un incremento del 80%. Esa variación quedaba por debajo de la inflación acumulada en el año, que ascendía al 113,4%.Es decir, muy por debajo de la evolución del valor de la papa.

La variación limitada de la carne en ese período había sido registrada también por el Observatorio de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas, de la Universidad de la Patagonia. Hasta el séptimo mes del año, había detectado que ‘carnes y embutidos’ sólo tuvieron una variación del 57%, con respecto a un año atrás, muy por debajo de la inflación del período.

Hasta julio pasado, la carne registraba una suba promedio por debajo de las papas y tampoco pudo equipararla con el salto de precios en agosto.
Hasta julio pasado, la carne registraba una suba promedio por debajo de las papas y tampoco pudo equipararla con el salto de precios en agosto.

En aquel momento, el contador César Herrera, que dirige el Observatorio, había explicado que la carne tuvo fuertes subas en el período anterior, desde 2020 a 2022, para quedar con precios relativamente estables durante el año siguiente, en el que frutas y verduras tuvieron los mayores aumentos.

LA SUBA DE LA CARNE EN AGOSTO NO ALCANZA A EQUIPARAR A LA PAPA

Tal como informó ADNSUR, la carne de vaca tuvo fuertes subas en agosto, que van desde un 40 hasta un 50%, según los cortes y frigoríficos, pero que ha sido notorio. Tras el ‘retraso’ de precios que había hasta julio, los precios llegaron a superar los $4.500 por un kilo de asado con hueso en Comodoro, aunque un recorrido en distintos barrios permitió cotejar que hay ofertas con valores inferiores, más cercanos a los $3.000 por kilo.

La conclusión más llamativa en la comparación entre ambos productos es que incluso con ese fuerte reacomodo de precios que tuvo en agosto, la carne de vaca sigue por debajo de la remarcación que tuvieron las papas, que según referentes del mercado central dijeron, en la última semana, que no hay justificación lógica para los precios actuales.

Los motivos para la variación de la papa cambian según desde dónde se analicen. De acuerdo con un informe de diario Río Negro, el presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas del Mercado Central de Buenos Aires, Fabián Zeta, acusó a las cadenas de supermercados de aplicar precios excesivos a la papa y la cebolla, calificándolos como “inentendibles”.

Por eso consideró que un kilo de papas a más de 800 pesos “es un abuso que perjudica a los consumidores”, al referir que los productores reciben un valor muy inferior al que se cobra en las góndolas.

Esa acusación puede contrastarse con otros análisis, que atribuyen a la suba de precios una razón real de mercado, por la caída de producción. De acuerdo con un informe de CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), los productores de papas recibían en julio un valor de $225,33 por kilo, mientras que en el Mercado Central llegaba a $307,59, para ubicarse en un valor promedio de $498 en góndolas.

Según un informe de CAME, los limones tuvieron en julio la diferencia más alta entre el precio de góndola y el que recibe el productor, ya que resultó 12 veces más caro.
Según un informe de CAME, los limones tuvieron en julio la diferencia más alta entre el precio de góndola y el que recibe el productor, ya que resultó 12 veces más caro.

 Así, la brecha entre el precio final y el origen era en ese momento de 2,21 veces más alto el precio de góndola que el que recibe el productor, por lo que no estaba entre las diferencias más elevadas, que reflejan precios de especulación. Otros alimentos, como el limón, llegaban a multiplicar por 12 la diferencia entre precio en origen y en góndola; por 7,25 la cebolla y por 9,6 los zapallitos, ubicándose entre las brechas más altas.

La carne de novillo tuvo en julio una diferencia de 4 veces, con $518 para el productor y $2.099 de promedio en góndola.  La carne de cerdo presentó una brecha aun mayor, de 5 veces, con $399 por kilo para el productor y $1.995 de precio promedio en góndola.

EN OCTUBRE PODRÍA SER PEOR

Ya en el mes de julio, la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA) había expresado la gravedad del impacto de la sequía, a través de un comunicado oficial: “La escasez de lluvias y la falta de agua han dejado una marcada huella en la producción de papas, afectando tanto la calidad como la cantidad de los cultivos”, se expresó en ese momento.

La sequía afecto la cantidad y calidad de la producción, por lo que en octubre los precios podrían volver a subir por la escasez.
La sequía afecto la cantidad y calidad de la producción, por lo que en octubre los precios podrían volver a subir por la escasez.

El presidente de esa entidad, Omar Carrasco, amplió detalles en un informe publicado por diario Perfil, en aquel momento: “La producción de papa está en merma y los rindes están muy bajos –indicó-. Una hectárea antes daba 1.800 bolsas de papa y hoy está en 800, o a lo sumo 1.000 bolsas”.

Otra consecuencia fue la disminución de la calidad y cantidad del producto, debido a la falta de agua. Y dejó un dato inquietante: “Lo que se prevé es que en octubre o noviembre la situación sea más crítica”, anticipó, ya que en julio-agosto se inicia la primera época de siembra, para comenzar la cosecha dos meses después.

QUÉ PASARÁ CON LA CARNE EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS

El impacto de las subas de la carne de vaca se llevó los títulos en la última semana. Hilario Hamann, titular de cadenas Lipo en Comodoro Rivadavia, refirió que las subas de agosto llegaron al 50%, pero en lo que va de septiembre hubo una leve merma, que él ubicó en torno al 10%.

“Fue toda una corrida y el empezó a aumentar en agosto. Hoy está cara y no tanto, porque para los dueños de los campos, para el que cría el vacuno, no es rentable, pero el bolsillo de la gente no alcanza. El mes pasado empezó a aumentar, porque los dueños de los campos no vendían, hasta que llegó un momento en que casi no había consumo”, detalló el comerciante.

Esto fue confirmado por varios comerciantes, respecto de la baja de ventas. Un comercio de zona norte, por ejemplo, decidió no vender más cortes de asado, debido a la escasez de ventas en las últimas semanas, limitando su oferta a sólo 3 ó 4 cortes básicos.

La semana próxima podría haber otra leve baja en los precios de la carne, tras una merma del 10%, según contaron desde carnicerías Lipo.
La semana próxima podría haber otra leve baja en los precios de la carne, tras una merma del 10%, según contaron desde carnicerías Lipo.

Para el propietario de Lipo, a partir del reacomodo en agosto, ahora hay una tendencia a una leve baja de precios, siempre que no haya nuevas subas del dólar, ya que lo que se produce en este momento es carne de feedlot, con engorde de ganado a través de granos. Ese tipo de alimento se encarece con cada movimiento del dólar.

Por eso indicó, en sus cadenas el kilo de asado con hueso está en torno a los $3.100 por kilo, mientras que la pulpa, como la nalga para milanesas, se ubica en los $3.900, cuando llegó a estar en $4.400.

“Por los próximos 15 días va a estar estable, por las ofertas de animales que hay ahora –anticipó-. Creo que la semana próxima tiene que bajar un poquito más, por cómo viene el mercado. Creería, pero nunca se sabe qué puede pasar”.

Con esta panorama, finalmente, es obvio que si se encuentra un kilo de carne a menos de 4 ‘gambas’ por kilo, puede ser una buena inversión para ‘depositarla’ en el freezer.  Con otro salto como el de agosto, el rendimiento será mejor que cualquier otra inversión. 

Lástima que las papas no pueden guardarse por mucho tiempo, por lo que en las próximas semanas puede que sea más accesible el “dólar puré” (aquel rulo especulativo de comprar dólares 'baratos' en el MEP y venderlos más caros en el ‘blue’), que un puré verdadero, de unas ricas y nutritivas papas naturales.

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