Gimena Extremador tenía 29 años, fue encontrada asesinada el 18 de noviembre en un descampado en el barrio El Calafate, de la localidad de Las Heras, en Santa Cruz. Su cuerpo estaba semidesnudo, tenía cortes por todo el cuerpo y una jauría le había devorado uno de sus brazos. 

Por su crimen detuvieron al expastor, Nelson Saldivia de 46 años y es el principal sospechoso del brutal femicidio. La joven se había ausentado hace un mes de la casa donde convivía con su madre y sus tres hijos menores.  La familia sabía que estaba bien porque compartía diariamente estados en su WhatsApp.

La autopsia reveló que Gimena recibió un total de 32 puñaladas en todo el cuerpo, pero dos de ellas le causaron la muerte, una en el corazón y otra en el pulmón. Sin embargo, crecen las sospechas de que la joven era obligada a prostituirse, por su estado de vulnerabilidad y adicción con las drogas.

Gimena tenía 29 años y tres hijos menores
Gimena tenía 29 años y tres hijos menores

GIRO EN LA CAUSA

Este jueves, Verónica Alvira, abogada y titular de la Secretaria de la Mujer de la localidad de Las Heras, en diálogo con La Opinión Zona Norte reveló que tienen la intención de formar parte de la querella en la causa de Gimena Extremador y tener acceso al expediente. 

Según aseguró, el área jamás intervino en relación a la joven de 29 años, debido a que nunca había realizado denuncias por violencia de género, pero sí intervino debido a los hijos de la mujer que son menores de edad.

Sobre el detenido Nelsón Saldivia, un ex pastor evangélico de 46 años de edad, señalaron que anteriormente había sido acusado por homicidio en la provincia del Chubut, y cuando llegó personal de la Policía de Santa Cruz tuvo intenciones de escapar. Se presume que estuvo conviviendo con la víctima por más de un mes. Su situación procesal se resolverá en las próximas horas y todo indica que le den prisión preventiva.

Respecto a los hijos de la víctima, Alvira sostuvo “necesitamos que esto sea caratulado como femicidio para que los menores de edad puedan ser incorporados a la Ley Brisa". La mencionada ley es una reparación económica para niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia, cobran una suma mensual y tienen cobertura de salud.

Un dato no menor que aportó la abogada en el caso, es sobre información que le acercaron de la víctima. “Gimena estaba implicada en una banda que tenía encerrada a chicas, las dopaban, consumían estupefacientes y trabajaban con sus cuerpos”. Esta información forma parte de la investigación que esta llevando adelante el juez Eduardo Quelín, titular del Juzgado de Instrucción Penal N° 1, informó La Opinión Austral.

Hay varias chicas a las que hacían trabajar con su cuerpo y que escaparon cuando lograron despertar un poco. La familia de la víctima, la madre Gabriela Extremador, tiene los contactos de las mujeres implicadas y están viendo si pueden hablar con sus madres para que puedan testificar y denunciar”, resaltó la profesional y agregó “Gimena habría sido víctima de prostitución por lo que hablamos con su madre, también era víctima de violencia psicológica, abusaban de su necesidad de consumo de estupefacientes, la situación la arrastró y lamentablemente era una mujer adulta que nunca denunció, entonces nosotros no podíamos intervenir”, concluyó.

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