Una película despertó en Rosario Fernández, “Rochi”, como la conocen sus amigas, su interés por el cuidado del medioambiente. A la distancia, recuerda la escena y comprende que de alguna forma ese fue el inicio de todo. “De chiquita siempre me interesó el cuidado del medio ambiente, pero me acuerdo que una vez vi la película ‘La Tierra’ y contaban que se estaban derritiendo los polos, los glaciares y eso despertó algo en mí”.

Rosario es radatilense y hace unos meses lanzó su propia marca de indumentaria, un emprendimiento que combina dos de las cosas que siempre le gustaron: el cuidado del medioambiente y la moda.

“Empecé en febrero de este año, pero la idea la tenía desde hace rato. Yo estudié Diseño de Indumentaria y para una materia teníamos que armar un emprendimiento ficticio. Como siempre me interesó el cuidado del medioambiente y la moda pensé en combinar esos dos intereses. Y así surgió la idea de una marca sustentable”, cuenta a ADNSUR. 

“GREENCH” ― que viene de “green change”, cambio verde en español ― es un proyecto incipiente que apunta principalmente a las redes sociales y ferias. La primera en la que se presentó Rochi fue en marzo, en Rada Tilly. Luego vendría la Expo Turismo de Comodoro Rivadavia y más tarde el Festival de Diseño: grandes eventos que a los emprendedores los ayuda a posicionarse y mostrarse ante su gente.

Rochi comenzó con su emprendimiento por una matería del instituto donde estudiaba y en febrero decidió apuntar fuerte a ferias y redes sociales.
Rochi comenzó con su emprendimiento por una matería del instituto donde estudiaba y en febrero decidió apuntar fuerte a ferias y redes sociales.

ALGO QUE VIO DE CHICA

Rosario cuenta que siempre vivió de cerca la costura gracias a su madre, pero nunca imaginó que iba a terminar dedicándose al diseño de indumentaria a pesar de que siempre le gustó.

“Cuando era chica, en la primaria, siempre dibujaba y hacía diseños de vestir. Eso me acuerdo. Pero no era que me llamaba la atención. Mi mamá siempre cosió, a los 16 años ya realizaba corte y confección y cuando comenzó a trabajar se compró su primera máquina de coser, que es la máquina con la que empecé e hice toda la carrera. Yo la veía que me hacía algo o un traje, pero nunca le dije ‘¿me enseñás?’, no me surgía el interés de aprender a coser”.

La moda siempre fue un hobby en casa de Rosario. Por eso, cuando terminó la secundaria decidió estudiar Gestión Ambiental en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco. La carrera le gustaba, pero en el fondo sabía que no era el campo laboral que quería para ella.

Fue en esa época que descubrió un taller de costura en una mercería en su barrio. Como siempre le había llamado la atención, se animó a ir y descubrió algo que le fascinó. 

“No sabía nada de costura, aprendí a coser y me encantó. En ese entonces todavía estudiaba gestión. Quise hacer las dos cosas, pero diseño demandaba mucho tiempo y elegí esto”. 

Para Rochi fue un camino de ida y de mucho aprendizaje. Poco a poco, comenzó a incorporar conocimiento, técnica y descubrió un mundo de texturas y telas. Así, gracias a una materia comenzó con su emprendimiento y decidió apuntar a la sustentabilidad por un gran motivo.

“La industria de la moda es una de las más contaminantes del mundo. Se generan muchos residuos y hay una sobreproducción de ropa. Hay mucho que se tira a vertederos textiles. Por ejemplo, hay uno en el desierto de Atacama. Entonces quería darle una segunda oportunidad a esa ropa o textiles que se iban a tirar y despegarme de esa industria, esa moda rápida que se produce a escalas muy grandes y que no se llega a consumir en su totalidad. Decidí hacer algo de producción local, más lenta y generar conciencia, que entiendas que son diseños hechos con textil reciclado y que no alimentan esa industria de la moda rápida”.

Finalmente, en 2021 Rosario se recibió como Diseñadora de Indumentaria y este año decidió darle fuerza a su emprendimiento. “Primero empecé con los accesorios. Bolsos, pilusos, pañuelos, después agregué neceseres e indumentaria. Ahora hice unos chalecos que todavía no lancé y también hago tintes naturales con prendas blancas que compro y tiño. Pero la idea es ir sumando más prendas de confección propia”.

La última colección de Rochi son unos chalecos hechos con jeans reciclados.
La última colección de Rochi son unos chalecos hechos con jeans reciclados.

Con orgullo, Rochi dice que todas sus prendas son únicas gracias a la ropa reciclada y los textiles que utiliza. “Utilizo jean en desuso que me donan. También textiles de descarte, sobrantes de confecciones anteriores o compro en retacerías que venden retazos de sobrantes. En este caso, por ejemplo, hice cinco bolsos y no va a haber más porque esa era la cantidad de tela que tenía. Pero también hago tintes naturales. Esto, por ejemplo, está teñido con yerba mate, esto con carozo y cáscara de palta y ahora estoy haciendo una tintura de cáscara de cebolla”.

Alguno de los accesorios que realiza. Los productos son todos únicos.
Alguno de los accesorios que realiza. Los productos son todos únicos.

Rochi asegura que a la gente le gustan sus productos, les llaman la atención y sueña con que su emprendimiento pueda seguir creciendo. “Me gustaría que la marca sea reconocida a nivel nacional, poder incorporar nuevos productos y llegar a otros puntos del país, pero sobre todo generar conciencia, que la gente entienda que está bueno utilizar textiles reciclados y no alimentar tanto la industria de la moda rápida”, sentencia esta joven que siempre le interesó el cuidado del medioambiente y encontró en la moda un pequeño lugar para hacerlo.

Del Instagram de greench.sustentable
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