A una semana de haber terminado las internas que definieron candidaturas municipales en dos frentes en Trelew, los ánimos están más caldeados que nunca. Lejos de haber servido como una herramienta para ordenar hacia adentro en Juntos por el Cambio, el resultado destapó una caja de pandora en la que vuelan acusaciones sobre juegos sucios: padrones inflados, aportes dudosos, pactos con el diablo.

Lo más llamativo fue el tono del discurso de Ignacio Torres, quien se siente empoderado como uno de los triunfadores y artífice del éxito de la lista de Gerardo Merino, que se impuso por el 58 % contra el 42 % a la de Federico Massoni, el candidato del presidente de la UCR, Damián Biss. 

En vez de enarbolar un discurso de unidad pensando en ganar las generales del 16 de abril, donde harán falta todos los votos del espacio más la de votantes independientes, el joven senador del PRO eligió salir a confrontar con sus “socios” del radicalismo”. El triunfo de Merino, más que ser un camino hacia el municipio, en realidad habilitó al pase de facturas interno.

Se supone que la lista de Merino avalada por Torres es la “oposición” al gobierno municipal de Adrián Maderna, al que quiere desbancar. Sin embargo, en vez de aprovechar el impulso y hacer un llamado a un cambio en la ciudad, todos los discursos siguen apuntados a la lista perdedora, exigiendo que se corra a Damián Biss como interlocutor del radicalismo y acusando apoyo “externo” del gobierno provincial y el justicialismo.

El problema de la estrategia de Torres de salir a cuestionar la injerencia de otros actores en la interna, es que abre la puerta para que le devuelvan el cumplido y esto puso sobre la mesa el acuerdo que hizo su lista con el intendente Adrián Maderna, que para los voceros de la lista de Massoni fue más que evidente en el movimiento de automóviles trasladando votantes que -aseguran los denunciantes- habrían sido afiliados en los últimos meses desde áreas del municipio. 

Torres y Merino festejando el último domingo: en sus discursos no atacan a la gestión de Adrián Maderna.
Torres y Merino festejando el último domingo: en sus discursos no atacan a la gestión de Adrián Maderna.

Hay que decir que estas sospechas, basadas en datos concretos, en realidad se ven reforzadas y casi confirmadas en los discursos de los ganadores: ninguno de los actores de la línea “nachista” habla mal de Maderna, porque los enemigos son Biss y Massoni. Incluso esto reforzado en un comunicado que fue difundido este viernes, que lleva la firma de un centenar de afiliados, pidiendo directamente al presidente de la UCR que de un paso al costado.

El pacto Torres-Maderna fue evidente también para el resto de los sectores de la política, tal como lo expresó el último miércoles el titular de Anses en Trelew, Nicolás Fischer, candidato a concejal en la lista de Emanuel Coliñir. En una entrevista con Canal 12, sostuvo que “es perverso el accionar del municipio, la gente está pidiendo que se termine esta manera de hacer política tan violenta, del apriete, que si no votás a Merino, si no te afiliás a la UCR o al PRO en noviembre y diciembre”, a lo que agregó que “claramente Gerardo Merino es candidato a intendente gracias a Maderna, no tienen mucho que decir de esta gestión actual, está a la vista”.

Nicolás Fischer, candidato a concejal de Coliñir, denunció el acuerdo entre la lista de Merino y el intendente Maderna.
Nicolás Fischer, candidato a concejal de Coliñir, denunció el acuerdo entre la lista de Merino y el intendente Maderna.

LA COMPARACIÓN

La dirigencia del radicalismo ve en esta estrategia una única intención de Torres: “fagocitarse” al espacio, crecer a título personal, y acumular todo el poder posible. De allí las expresiones de Biss hablando de soberbia, y recordando su pasado de sintonía fina cuando Mario Das Neves era gobernador en 2016 y 2017, y el joven representaba al gobierno de Mauricio Macri.

El reproche de la UCR a Torres es que nunca hizo oposición al justicialismo, sino que sus rivales siempre fueron los radicales y no pueden evitar compararlo con Das Neves, quien casi hizo desaparecer al partido en sus épocas de mayor poder. 

La conducción de la UCR ve en Nacho Torres la misma manera voraz de hacer política que el ex gobernador Mario Das Neves.
La conducción de la UCR ve en Nacho Torres la misma manera voraz de hacer política que el ex gobernador Mario Das Neves.

Hay que decir que algunas de las figuras más representativas del “dasnevismo residual” muestran una simpatía por Nacho Torres que es evidente, y se nota en la manera en que lo respaldan en las redes sociales. Esto se vio la última semana justamente en las declaraciones del senador que buscaron cuestionar el origen de supuestos apoyos logísticos “externos” a la lista de Massoni en la interna.

Hay que recordar que precisamente la gestión de Mario Das Neves tuvo el peor final de todos, con sus funcionarios tras las rejas, condenados por la justicia tras una investigación que comprobó el aporte ilegal de fondos para financiar la caja política. 

El aporte a las campañas políticas es un tema que sigue siendo incómodo al sistema y que volvió a salir a la luz en el caso de Trelew, expuesto justamente por Torres. ¿Cómo tomar sus declaraciones acusando a sus rivales de la interna de haber recibido apoyo externo? El senador apretó el grano para que salga pus, y abrió la puerta para que le pregunten de dónde saca el apoyo económico y logístico para su carrera electoral.

BOOMERANG

Da la sensación de que este cruce de acusaciones puso sobre la mesa toda la mugre, lo peor de la política -la vieja y la nueva- asociado a prácticas desleales y oscuras, especialmente en lo vinculado a quiénes están detrás de los aportes, los recursos y la logística de cada campaña.

El riesgo es que empiece a circular un olor a podrido por haberse destapado una olla de la que ahora nadie pueda escapar y que termine salpicando a todos. El error sería escupir para arriba, porque puede haber vuelto, ya que en estas cuestiones siempre puede existir el “efecto boomerang”. ¿Quién está absolutamente limpio como para tirar la primera piedra en el ambiente de la lucha por el poder?

¿En serio Torres se cree tan empoderado como para comenzar a hablar en sus declaraciones públicas de nombres propios que habrían aportado estructura a otras listas? Probablemente se deba a un estado de euforia y a su juventud, porque no parece ser un tema que convenga a nadie: son muy pocos los sectores de poder que estén en condiciones de salir indemnes y bien parados de un planteo de ese tipo.

Hay que recordar que tiempo atrás, cuando aún era Ministro de Seguridad, Federico Massoni denunció ante la justicia federal una supuesta red de evasión impositiva vinculada al sector pesquero de Puerto Rawson, con íntimas vinculaciones a la figura de Torres, algo que dio lugar a allanamientos y que motivó que varias empresas debieran ir a la AFIP a regularizar sus pagos y ordenar sus papeles.

De hecho, luego de que Torres se refirió al asunto acusando a Biss en una entrevista radial, uno de los primeros que salió a responderle fue el titular de la PSA, José Glinski. A través de su cuenta de Twitter, el dirigente peronista de Comodoro le disparó “@NachoTorresCH bienvenida la discusión respecto del financiamiento de la política, un capítulo abierto y que todavía todos los espacios tenemos mucho por transitar. ¿La proliferación de carteles costeados con fondos porteños también cuenta?”

Torres y Merino festejaron el triunfo con diversas figuras: aquí con Patricia Bullrich y con Horacio Rodríguez Larreta.
Torres y Merino festejaron el triunfo con diversas figuras: aquí con Patricia Bullrich y con Horacio Rodríguez Larreta.

Cuando se consulta a los dirigentes radicales cómo va a seguir esto hacia adelante, responden que, en Trelew, dependerá de los ganadores, que tienen la llave para abrir el juego. A propósito de los que se suben al carro del triunfo, en la recorrida Torres-Merino para festejar en Buenos Aires, hubo fotos tanto con Horacio Rodríguez Larreta como con Patricia Bullrich, jugando a todas las puntas en una interna nacional del PRO que también está que arde.

El objetivo, dicen en el radicalismo, debería ser apoyar a la lista de Gerardo Merino para que Juntos por el Cambio recupere el municipio: “si ellos nos llaman, vamos a sumarnos, aunque no parece interesarles mucho”. Pero del lado del PRO, primero se exige un arrepentimiento público por haber impulsado a un extrapartidario como Massoni, sin apoyo en la militancia radical, y encima haber comprometido en la patriada al presidente del Comité Nacional, Gerardo Morales.

Cuando se los acusa de haber sumado a una ex figura del arcionismo, en la UCR chubutense responden que era la mejor carta para ganar la general, y explican que el acuerdo entre Torres y Maderna fue precisamente correr del medio a Massoni porque era el candidato con mejor intención de voto.

“Massoni era el que mayores chances tenía de ganarle a Leila Lloyd Jones, la candidata de Maderna, que ahora tendrá camino libre sin un discurso crítico en la campaña”, explican en la conducción provincial. Por eso se habla de una doble ganancia, ya que Torres logró su objetivo de imponerse en la interna a Biss, y Maderna se sacó un peso pesado del medio.

EN LA VEREDA DE ENFRENTE

El espacio justicialista parece tener todo servido para aprovecharse de la terrible confrontación de sus rivales del PRO y la UCR. Ante semejante división, tienen la mesa servida si logran armar un proyecto con unidad y coherencia para encarar el proceso electoral. Sin embargo, siguen mordiéndose la cola, dando vueltas a definiciones que no terminan de tomar, porque sufren de la falta de un ordenador.

El peronismo de Chubut continúa sufriendo la ausencia de un liderazgo que aglutine, con el resultado de la atomización de espacios. Sobran sargentos, pero falta un general. Cada uno hace su juego, y desconfía de sus socios, en un escenario donde el partido no cumple el rol convocante, porque sus dirigentes no tienen ascendencia.

Ni Carlos Linares ni José Arrechea (ocupan los dos principales cargos ejecutivo y legislativo del partido) han demostrado el liderazgo para “ordenar” a la tropa, que se desbanda por todos lados. El mejor ejemplo fue el cierre de Trelew: insistieron hasta último momento por tener dentro del espacio a Adrián Maderna y Gustavo Mac Karthy, quienes se les escaparon por afuera.

El resultado fue una interna desbalanceada, con un amplio triunfo de Emanuel Coliñir, pero afrontando la dispersión de tres listas distintas del justicialismo para el 16 de abril, lo que facilita el juego a sus rivales. La atomización del voto peronista “baja el piso” del número final que hace falta para ganar la ciudad, y abre más posibilidades para todos por igual.

Carlos Linares, José Arrechea, Adrián Maderna y Gustavo Mac Karthy.
Carlos Linares, José Arrechea, Adrián Maderna y Gustavo Mac Karthy.

La falta de ordenadores se observa también en la transición municipal en Comodoro Rivadavia, donde la gestión de Juan Pablo Luque respaldada en los sondeos de opinión, no tiene reelección a la vista. Para ese lugar, sobran aspirantes, como Maximiliano Sampaoli (la continuidad apoyada desde el municipio), el viceintendente Othar Macharashvilli (con apoyo del peronismo y de un Linares que sigue amagando incluso con su propio nombre), y la reaparición del titular de la PSA, José Glinski, quien -si bien está alineado con Luque- está a la pesca del río revuelto.

La sucesión en Comodoro: Maximiliano Sampaoli, Othar Macharashvilli y José Glinski.
La sucesión en Comodoro: Maximiliano Sampaoli, Othar Macharashvilli y José Glinski.

En la provincia sucede otro tanto: Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre intentan apurar al gobernador Mariano Arcioni con un adelanto de fecha, para que Chubut vote en junio o julio, previo a la Nación. Pero la respuesta del mandatario es que primero resuelvan la fórmula, se pongan de acuerdo en cómo van a competir, antes de exigir el avance en una estrategia que no está clara.

Tal como están las cosas, todo sigue apuntando a una elección conjunta en octubre con la boleta presidencial. De confirmarse, en el justicialismo le están “prendiendo una vela” a Javier Milei, el libertario que mejor mide y que robaría votos al espacio de Juntos por el Cambio en Chubut.

La lectura de algunos dirigentes del PJ, es que el efecto arrastre en este caso, generaría una pelea por el voto de la centro-derecha, y bajaría el piso de un candidato como Nacho Torres a manos de César Treffinger, elevando las chances del candidato a gobernador del Frente de Todos.  

Javier Milei vino este fin de semana a Chubut a apoyar la candidatura de César Treffinger.
Javier Milei vino este fin de semana a Chubut a apoyar la candidatura de César Treffinger.

En síntesis, estrategias cruzadas que buscan apoyarse en equivocaciones del rival más que en el mérito propio. La foto de Chubut muestra a un peronismo sin líderes, y a la UCR enfrentada al PRO en una pelea a muerte, a 35 días de que los vecinos de Trelew marquen en las urnas la primera encuesta en serio de un largo 2023 que aún queda por delante.

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