La empresa australiana Fortescue, que invertirá 8.400 millones de dólares en una planta de hidrógeno verde en Río Negro, compró al menos una decena de campos en las zonas del Valle y la Península de Valdes en el noreste de Chubut, donde tienen planeado colocar molinos eólicos para producir.

El titular de Sociedad Rural del Virch, Ricardo Irianni, dijo a ADNSUR que la empresa ya compró unas 250.000 hectáreas y tendría intenciones de seguir adquiriendo tierras en la zona para desarrollar parques eólicos que servirán para generar el hidrógeno verde.

Este año hubo una reunión en la Rural de productores con los empresarios australianos a quienes les plantearon su preocupación por el despoblamiento de los campos y la merma de producción ovina que podrían traer aparejados estos parques eólicos en la zona.

Los ruralistas encaminaron gestiones con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, para lograr combinar el desarrollo de energías renovables en la zona con la producción ganadera, que está en franco retroceso.

En Chubut se advierte una caída preocupante de la producción ovina.
En Chubut se advierte una caída preocupante de la producción ovina.

CAÍDA DE OVINOS

Irianni consignó que el último censo ganadero arrojó que hay 2.700 ovinos en Chubut, y la tendencia marca que para fin de año no van a llegar a 2.500, lo que muestra un descenso precipitado de la producción comparado con años anteriores en que se había estabilizado en 3000.  En otras épocas Chubut llegó a tener entre 4000 y 5000 ovinos, pero después de los últimos eventos climáticos ya no hay expectativas de volver a esas cifras.

Según Irianni, la empresa australiana les comentó que está en “un plan de comprar campos” para colocar molinos eólicos que le permitirán generar la energía que necesitan para producir el hidrógeno verde, y lo exportarían por Sierra Grande.

Al parecer ya se vendieron entre 10 y 12 campos, algunos en la zona de Dolavon y otros en la Península de Valdés y camino a Telsen.

El titular de la Sociedad Rural del Valle, Ricardo Irianni.
El titular de la Sociedad Rural del Valle, Ricardo Irianni.

LO QUE QUEDA Y LO QUE SE VA

Hay una legislación nacional que impediría que se pueda producir al mismo tiempo energía eólica y ovinos, según apuntó Irianni que hablaron con los empresarios. Precisamente, este punto es lo que los productores buscan cambiar para que los campos no queden desiertos y puedan seguir produciendo.

En un plano más amplio, Irianni planteó que la pregunta que hay que hacerse es qué beneficios traerá para la zona del Valle este mega emprendimiento. “Las empresas hoy en día tienen que tener impacto económico, social y ambiental. Hay una consciencia de que sea rentable, que de trabajo a la comunidad. La pregunta es cómo se pueden volver a poner a trabajar esos campos, que muchos vecinos prefieren que estén ocupados”, indicó.

En esa línea, Irianni dijo que cuando una empresa como esta desembarca en una región con una inversión millonaria, bien podría hacer aportes en infraestructura de caminos, conectividad y alternativas para seguir produciendo, que es lo que necesita el sector.

CIERRE DE CAMPOS

El problema del vaciamiento de los campos en el Valle y la Península de Valdés no es nuevo, pero sí se acentuado en estos últimos años. "En 2021 hay ocho campos que se cerraron en un año, muchos casos son empresarios, profesionales que no quisieron invertir más en el campo porque no es rentable”, precisó Irianni.

Según el ruralista del Valle,  “la principal causa no es el precio de la lana, que sale 5 dólares, sino la diferencia cambiaria, ya que le pagan al productor un dólar de 100 pesos”.

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