COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Monitores de computadoras, cables, caños, escombros, revistas viejas, cajas de televisores, son algunos de los residuos desparramados en un amplio sector camino al Faro.
A pesar del cartel que está dispuesto en la Ruta 1 que recuerda que esa zona es propiedad privada y que está prohibido arrojar basura, hay quienes hacen caso omiso a las advertencias y no tienen mejor idea que dejar allí todo lo que ya no les sirve.
Según informa Crónica, la superficie se encuentra altamente impactada con plásticos, metales, residuos orgánicos y materiales peligrosos como los componentes de computadoras, restos de pintura y aceites de automotor usados.
Esta contaminación se despliega a los costados de la calle de ripio, en una longitud de más de 500 metros, pero se observa además en la ladera del cerro. Además, los plásticos -especialmente las bolsas- llegan al mar, impactando la playa de Restinga producto de las voladuras de estos elementos.
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La desidia provoca tal vez más indignación porque el camino es uno de los accesos al Faro San Jorge, a los acantilados patagónicos y a algunas playas recreativas y de pesca ubicadas entre el barrio Don Bosco y Caleta Córdova.
La zona figura en los folletos turísticos y en las recomendaciones de paseos habituales de parte de los comodorenses a quienes llegan de visita, en especial, durante la temporada estival. Sin embargo, desde la Ruta ya puede observarse que lo que debería ser un paisaje digno de contemplación es, en realidad un basural que sigue creciendo y ampliándose mes a mes.
MULTAS, LIMPIEZAS Y OLVIDO
En varios tramos hay avisos de fuertes multas si se encuentra a alguien arrojando residuos, junto con otros carteles que apelan a la conciencia de los vecinos. Sin embargo ni una cosa ni la otra logran disuadir a los que no tienen mejor idea que tirar la basura allí.
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Años atrás, el sector fue objeto del plan de erradicación de basurales clandestinos que promoviera la Subsecretaría de Ambiente en anteriores gestiones. Pero la limpieza fue poco a poco quedando sólo en el recuerdo y actualmente, el sector se encuentra tapizado de residuos de todo tipo.
La situación fue señalada por turistas y por comodorenses que suelen transitar en busca de vistas costeras, sea en auto, en bicicleta e incluso, para quienes practican senderismo o running. No obstante, el problema se sigue repitiendo y creciendo junto con la desolación de quienes apuestan por un entorno limpio para desarrollar sus actividades.
