COMODORO RIVADAVIA - Es la primera vez en diez años que todos los sindicatos del sector petrolero, coinciden en una mesa de negociación en un reclamo unánime contra el Gobierno, en un pedido para actualizar la paritaria a niveles de un 30 por ciento, de junio a diciembre de este año. Los gremios reclaman además un pago único de hasta $ 50.000 por la desactualización de los sueldos durante el primer semestre.

En contraposición a este pedido, los empresarios ofrecieron un 20 por ciento de aumento entre julio y diciembre y un pago fijo de 15 mil pesos, prácticamente la mitad de lo solicitado por los gremios. En la reunión de la que participó el Gobierno, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, le pidió a las partes que alcancen un acuerdo para el día viernes, pero como fracasaron las negociaciones, se confirmó el paro desde las 20 hs. del domingo.

La discusión encierra, en realidad, una serie de cuestiones ligadas a la sustentabilidad de la industria petrolera a futuro, pero también posee ribetes de naturaleza política. A continuación un breve repaso de los puntos centrales del conflicto.

1) El rol de Guillermo Pereyra -lider de los petroleros neuquinos- es clave, puesto que está construyendo el camino que apunta a integrar la conducción de la CGT unificada, cuya elección se llevará a cabo el 22 de agosto. Para el sindicalista, que a su vez es senador nacional por el Movimiento Popular Neuquino, lograr un aumento del 30 por ciento es fundamental para posicionarse ante sus pares. Si no alcanza un incremento del 30% frente a una inflación anual que orillará el 40%, sus acciones caerán en baja. Pereyra debe moverse en un fino equilibrio puesto que no puede romper lanzas con el Gobierno si apunta a conseguir el aval del presidente Mauricio Macri para integrar la futura conducción de la CGT.

2) Por otro lado, los gremios se encuentran descolocados ante la actitud que tomó el gobierno nacional, que no buscó una oferta para evitar el paro. En la negociación llevada a cabo en el día de ayer no hubo ningún pedido explícito para evitar las medidas sindicales. En la práctica, es un cambio evidente con relación a la dinámica que se manejaba con los gobiernos kirchneristas, que buscaron evitar un paro petrolero por el grado de conflictividad que podía generar en la región patagónica.

3) Desde el Gobierno nacional el único pedido puntual fue que se mantengan las guardas mínimas en los campos petroleros, con el fin de garantizar cierto nivel de abastecimiento de petróleo y de gas y evitar que se corten las válvulas de los principales gasoductos troncales de Neuquén, Tierra del Fuego y del Norte que viene gas de Bolivia. La preocupación principal es evitar problemas con el gas, sobre todo si coincide con una ola de frío en las zonas de mayor consumo.

4) Por impulso de YPF, la mayor petrolera del mercado, que cuenta con el respaldo explícito del presidente Mauricio Macri, la industria quiere discutir cuestiones ligadas a la productividad laboral. Se aspira a reformular esquemas de horas extra, diagramas de trabajo y regímenes de trabajo. En ese sentido, la decisión del sector sindical, que el miércoles no concurrió a la reunión en la que se iban a tratar estas cuestiones no cayó bien en el Gobierno.

5) Finalmente, los gremios del sur de las provincias de Chubut, Santa Cruz y Neuquén enfocan la negociación no tanto en el aumento salarial, sino más bien en un acuerdo que permita garantizar la continuidad de los puestos de trabajo.Cabe destacar que en todos los gremios petroleros hay elecciones este año, por lo tanto si no llegan a un acuerdo positivo, las bases o competidores se van a terminar comiendo a los líderes del sector.

Fuente: El Inversor

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