A lo largo de las semanas de 1982 que conmovieron al mundo, todas las bases patagónicas se adecuaron a un esfuerzo de guerra que llegó de imprevisto. A pesar de la urgencia de los tiempos, el personal estuvo a la altura de las circunstancias con plena contracción al servicio, un trabajo en equipo cimentado en años de formación y una cuota de coraje y audacia que marcan la diferencia en momentos críticos.

Cuando un desafío de tamaña envergadura se precipita ante la vida, resulta fundamental la formación previa y los años de experiencia. Esas fueron algunas de las claves del desempeño de los Veteranos de Guerra  durante la guerra.

”Historias de Malvinas: los riesgosos vuelos desde Comodoro hacia altamar”

La génesis hay que rastrearla en la ‘cuna de héroes’ como fue la provincia de Córdoba donde Canova nació el 6 de Julio de 1948. A través del testimonio de su padre que había sido Técnico Civil en la Escuela de Aviación Militar, Canova realizó su escuela secundaria en la Escuela ‘Carlos Cassaffoust’ en la especialidad de Técnico Aeronáutico. 

Jorge Alberto Canova ingresó a la Aviación Militar por el testimonio de su padre que era Técnico Civil de la Fábrica Militar de Aviones en Córdoba.
Jorge Alberto Canova ingresó a la Aviación Militar por el testimonio de su padre que era Técnico Civil de la Fábrica Militar de Aviones en Córdoba.

Entre 1965 y 1968, cursó en la Escuela de Aviación Militar como cadete del Cuerpo de Comando para adquirir la especialidad del Escalafón Aire y egresar con el grado de ‘Alférez’. En 1969 realicé el curso de Aviador Militar obteniendo el ‘brevet’ correspondiente con la especialidad en ‘Aviación de Transporte’.

1970-1971: PIONERO EN UNA NUEVA ETAPA DE LA CAMPAÑA ANTÁRTICA 

En Octubre de 1970 hasta Noviembre de 1971, Jorge Canova participó como voluntario en la Campaña Antártica parte de la dotación de la Base Aérea Antártica ‘Teniente Matienzo’ volando las aeronaves DHC-6 TWIN OTTER y DHC-2 Beaver en las que cumplió diversas misiones aéreas y –especialmente- de apoyo a la Base Antártica Marambio que recién contaba con un año de vida.   

El relato en primera persona: cómo eran los riesgosos vuelos que salían desde Comodoro para identificar a los buques en altamar

En 1971, fue destinado a la Base Aérea Comodoro Rivadavia realizando vuelos a través de LADE SUR en la Patagonia mediante diversas tareas operativas y administrativas en la Base. Desde 1972 a 1978 fui destinado a la Escuela de Aviación Militar – Cuerpo de Cadetes cumpliendo las funciones de Instructor, Jefe de Compañía y Jefe de la División Incorporación y Alumnos.

A partir de 1979 a 1982, cumplió servicio en la IX Brigada Aérea con asiento en Comodoro Rivadavia, desempeñándome como Comandante de Aeronaves de los TWIN OTTER DHC 6 y Segundo Piloto del sistema de Armas FOCKER FK 27.

 MISIONES QUE DESARROLLÓ A PARTIR DEL 2 DE ABRIL DE 1982

La noticia de la recuperación de las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur ocurrida en la madrugada del 2 de abril de 1982 sorprendió a Jorge Canova en un vuelo logístico entre Comodoro Rivadavia y Bahía Blanca.

Momento histórico: El 2 de abril de 1982, la bandera argentina volvió a flamear en las Islas Malvinas después de 1833. La República Argentina está inconclusa sin el ejercicio de soberanía plena en esos territorios.
Momento histórico: El 2 de abril de 1982, la bandera argentina volvió a flamear en las Islas Malvinas después de 1833. La República Argentina está inconclusa sin el ejercicio de soberanía plena en esos territorios.

“Grande fue nuestra sorpresa al enterarnos de la recuperación. Fue una sensación de asombro y gran alegría por el acontecimiento y sobre todo por la vorágine de las noticias y la reacción de nuestro pueblo a lo largo y ancho del país”, recordó en diálogo con ADNSUR.

A partir de ese momento, la Patagonia continental estableció varias bases aéreas que incluyeron a Trelew, Comodoro Rivadavia, Puerto San Julián, Puerto Santa Cuz, Río Gallegos y Río Grande donde tuvieron asiento aeronaves de ataque, transporte y helicópteros para cumplir funciones en el Plan “Mantenimiento de la Soberanía”.

Dentro de sus funciones, se enumeraba el  ‘puente aéreo’ con las Islas Malvinas,  exploración y reconocimiento lejano, Operaciones de interdicción a buques enemigos, acciones aéreas ofensivas y defensivas, Búsqueda y salvamento,  Defensa Aérea en coordinación con el Teatro de Operaciones establecido en Malvinas. 

En todas esas semanas, la actividad del Veterano de Guerra Jorge Canova fue incesante porque hubo que realizar múltiples operaciones con los aviones Twin Otter DHC 6 y Focker FK 27 en misiones de ‘Exploración y Reconocimiento lejano sobre el Mar Argentino’ para identificar los buques que allí circulaban  hacia o desde las Islas Malvinas. Luego que había que detallar los movimientos a la Central de Inteligencia de Datos que a-a a su vez- informaba a las autoridades estratégicas sobre la programación de ulteriores operaciones aéreas.

En misiones de alto riesgo y extrema tensión, Canova tripulaba estas aeronaves para realizar patrullajes y reconocimientos en medio del mar. Estaba expuesto a ataques de buques o aviones británicos.
En misiones de alto riesgo y extrema tensión, Canova tripulaba estas aeronaves para realizar patrullajes y reconocimientos en medio del mar. Estaba expuesto a ataques de buques o aviones británicos.

Asimismo, se cumplían otras misiones de transporte de personal y material entre las bases continentales argentinas dispuestas a lo largo del litoral marítimo patagónico.

“En Comodoro Rivadavia mantengo el recuerdo de la vorágine diaria de las innumerables operaciones aéreas de transporte especialmente con nuestras aeronaves y los C-130 que cumplían operaciones de traslado de carga y personal a las Islas Malvinas, exploración y reconocimiento lejano", señaló.

"Además, se actuaba como apoyo como re abastecedores y acompañamiento a los aviones de combate, traslados y evacuación sanitaria durante las 24 horas del día”, evocó Canova.

“Eran muy intensas y permanentes las comunicaciones en las frecuencias internacionales de búsqueda y rescate  en la red de radioaficionados que eran bloqueadas por operadores desaprensivos y mal intencionados que afectaban sobre todo los rescates de nuestros pilotos en el mar cuyo tiempo de supervivencia era limitado por el frío, los vientos y la hipotermia”, reveló.

"Nuestro norte es el sur" es uno de los lemas de la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia.
"Nuestro norte es el sur" es uno de los lemas de la IX Brigada Aérea de Comodoro Rivadavia.

COMODORO RIVADAVIA: UNA CIUDAD EN GUERRA

“Una mención especial para las fuerzas vivas y población de la Patagonia donde se vivía la guerra. Recuerdo con emoción a las mujeres y abuelas tejedoras que en silencio, sin bandas y música comenzaban al alba hasta la noche para tejer gorros bufandas y abrigos para cubrir a nuestros combatientes de Malvinas”, describió Canova.

“En cada colegio sus directivos, maestros/as y profesores/as, hacían practicar a los alumnos el cubrirse y protegerse contra los ataques aéreos, incluso en los jardines infantes y primeros años de primaria a los niños se los adiestraba como si fuera un juego.

 Al sonar la alarma, los docentes imperturbables se tragaban los nervios y hacían cumplir con disciplina los procedimientos de protección a sus alumnos”, relató.

Había ejercicios en los jardines y en las escuelas de Comodoro Rivadavia para actuar en los casos de las alertas de las sirenas de los Bomberos Voluntarios. Estas vivencias marcaron a toda una generación. Imagen: Revista Gente.
Había ejercicios en los jardines y en las escuelas de Comodoro Rivadavia para actuar en los casos de las alertas de las sirenas de los Bomberos Voluntarios. Estas vivencias marcaron a toda una generación. Imagen: Revista Gente.

“Fue encomiable el accionar de las fuerzas de seguridad en combinación con las militares en la protección y ayuda a la población civil y sobre todo en apoyo de nuestra base Aérea. Una mención especial a los cuerpos de bomberos y especialmente a los voluntarios donde era emocionante ver en los autobombas a personas jóvenes que ofrecían sus escasos años para un servicio a la comunidad”, describió.

“Todas las empresas y negocios, instituciones públicas y privadas se aunaron en un esfuerzo patriótico digno de mencionar. Especialmente YPF cuyo apoyo a nuestra Base fue excepcional. La población civil dio un permanente apoyo a los comprometidos en el conflicto”, destacó.

SU ESPOSA Y SUS TRES HIJAS SE NEGARON IR A CÓRDOBA Y DECIDIERON ACOMPAÑARLO

"La mayoría de los integrantes de nuestra Base Aérea casados, mantuvimos a nuestras familias unidas y nuestras esposas fueron un apoyo fundamental en los momentos tensos de las operaciones dándonos sus afectos y motivaciones  y en la mayoría de los casos afrontando las situaciones dramáticas cuando todos los días recibíamos la información de nuestros camaradas y compañeros fallecidos, continuó el Veterano de Guerra en su relato.

El Hospital Regional mantuvo una actividad incesante desde el mismo 2 de abril hasta varias semanas posteriores al final del conflicto. Imagen: La Semana.
El Hospital Regional mantuvo una actividad incesante desde el mismo 2 de abril hasta varias semanas posteriores al final del conflicto. Imagen: La Semana.

"Mi esposa siguió realizando las actividades profesionales sin descuidar la atención de las tres hijas que teníamos en ese momento. Cumplía funciones docentes en la Escuela Baldrich y se mantuvo en Comodoro Rivadavia a pesar del clamor de la familia para que se dirijan a Córdoba.

RESCATE EN LA ISLA BORBÓN BAJO FUEGO ENEMIGO

El 29 de Mayo de 1982, compañeros de Canova cumplieron un dramática operación de rescate con un Twin OTTER matrícula T-82 de personal herido y fallecido en la isla Borbón al norte de la Gran Malvina donde se había establecido el Aeródromo Auxiliar Calderón.

 La operación estuvo a cargo del Primer Teniente Marcelo Uriona, Teniente Omar Pozay como mecánico el Cabo Principal Pedro Bazán.

"Poner en riesgo la vida por los compañeros":  el 29 de mayo de 1982 en la Isla Gran Malvina, se rescató a los heridos y se lo evacuó al continente.
"Poner en riesgo la vida por los compañeros": el 29 de mayo de 1982 en la Isla Gran Malvina, se rescató a los heridos y se lo evacuó al continente.

Hubo que incorporarle unos tanques internos de combustible para darle más autonomía y realizar el vuelo a baja altura para no ser captado por fuerzas británicas desembarcadas al norte de las Islas Gran Malvina y Soledad. Aterrizaron bajo fuego enemigo. Debieron esperar la cesación de ataques, embarcar  pilotos y personal herido en combate incluso los restos de un fallecido.

El despegue se hizo en condiciones marginales, en un campo no preparado, realizando la navegación nocturna vía Puerto Deseado para cargar combustible  y luego  a Comodoro Rivadavia. “Fue un ejemplo de profesionalismo, arrojo y valentía que a todos nos llenó de un gran orgullo”, subrayó Canova. 

HÉROES DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA

“El dolor más grande que tuvimos fue el recibir diariamente las noticias de los camaradas y compañeros muertos en los combates. En cada Base, se contaban los aviones que despegaban y luego al aterrizar. Sin embargo -hasta el último minuto de la guerra- nuestro ánimo no decayó pues teníamos claro que la patriada era una Causa Nacional”, afirmó.

En la Fuerza Aérea, hubo 55 fallecidos de los cuales 5 fueron soldados, 15 suboficiales  y 35 Oficiales. De los 35 Oficiales, 32 fueron subalternos y 3 fueron jefes directos del Veterano de Guerra, Jorge Canova.

Los 55 héroes de la Fuerza Aérea Argentina. Muchos de ellos fueron compañeros de Canova a lo largo de su carrera profesional. ¡Gloria y Honor a todos ellos!
Los 55 héroes de la Fuerza Aérea Argentina. Muchos de ellos fueron compañeros de Canova a lo largo de su carrera profesional. ¡Gloria y Honor a todos ellos!

También, tuvo que lamentar el fallecimiento de  tres compañeros de promoción: los Capitanes Fernando Juan Casado, navegador de un avión BMK 62 Camberra, quién cumplió la última misión aérea de combate de nuestra Fuerza Aérea el 13 de junio de 1982 en una operación que salió desde Trelew.

Los otros dos fallecidos en sendos ataques el 25 de mayo de 1982  fueron el Capitán Jorge Osvaldo García y Hugo Ángel del Valle Palaver operando aeronaves A 4 B. Todos jóvenes casados y con hijos.

Canova reconoce "tuve un gran orgullo pero también una tristeza muy grande con el fallecimiento, todos en combate y acciones heroicas de aquellos oficiales subalternos que habían sido mis cadetes alumnos en la Escuela de Aviación Militar.  En total fueron 22, de los cuales 6 eran solteros  y 16 casados.

En el aeropuerto de Trelew, hay un cuadro que recuerda a los caídos en combate que operaron desde esa Base. Allí se recuerda a Fernando Casado en una misión que cumplió en las últimas horas del conflicto. Imagen: ADNSUR.
En el aeropuerto de Trelew, hay un cuadro que recuerda a los caídos en combate que operaron desde esa Base. Allí se recuerda a Fernando Casado en una misión que cumplió en las últimas horas del conflicto. Imagen: ADNSUR.

Hubo  dos soldados de la Fuerza Aérea que fallecieron en combate directo con el enemigo como los casos de Mario Ramón Luna y Luis Guillermo Sevilla quienes dieron su vida combatiendo formando parte de la Compañía de Defensa de la Escuela de Aviación Militar contra los británicos  en la defensa de la Base Aérea Cóndor el 28 de Mayo de 1982.

A su vez, el cabo Héctor Hugo Varas  formó parte de una tripulación conjunta en  el Buque de Transporte de Personal y Material  “Isla de los Estados” que fue hundido a cañonazos el 10 de mayo de 1982  por la fragata británica ‘Alacrity’  en el norte de nuestras islas Malvinas.

VIDA  ACTUAL

Luego de la experiencia de la guerra, Canova continuó en la Fuerza Aérea hasta 1997 cuando se retiró con el grado de Comodoro. A su vez, estudió carreras universitarias y se graduó como Licenciado en Relaciones Internacionales (UCA) y Licenciado en Administración y Gestión de Sistemas Aeroespaciales (Instituto Universitario Aeronáutico).

A lo largo de su vida, tuvo 8 hijos y 9 nietos. Al retirarse de la Fuerza, encauzó su vida con proyectos académicos, administrativos  y laborales en la vida civil.

COMPROMISO PATAGÓNICO CON LA CAUSA DE MALVINAS

Esta historia conjuga nuestro sentimiento y compromiso patagónico para mantener viva la ‘llama de Malvinas’. Pasaron 42 años desde el conflicto en que la vida de los patagónicos cambió para siempre. Nadie volvió a ser el que era antes. A partir de esa época, la región vivió un crecimiento poblacional y desarrollo sin precedentes. De todos modos, hoy se vienen nuevos desafíos.

Hay que tener en claro que la Patagonia no estará completa ni la Nación será -verdaderamente- independiente mientras permanezca la usurpación británica de las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur. 

Tenemos que reafirmar la mirada hacia Malvinas, Atlántico Sur y la Patagonia en honor a nuestros héroes y como una fuente de desarrollo y progreso de cara a los escenarios futuros. Imagen: Observatorio Malvinas de la Universidad de Lanús.
Tenemos que reafirmar la mirada hacia Malvinas, Atlántico Sur y la Patagonia en honor a nuestros héroes y como una fuente de desarrollo y progreso de cara a los escenarios futuros. Imagen: Observatorio Malvinas de la Universidad de Lanús.

El desafío es reencontrarnos con nuestra historia como motor para enfrentar las encrucijadas actuales.

 El mejor homenaje que le podemos hacer a nuestros héroes que dieron su vida en el conflicto de Malvinas y el Atlántico Sur es comprometernos con sus ejemplos, unirnos como pueblo, cultivar valores saludables de permanente cooperación y mantener la mirada permanente en Malvinas, el Atlántico Sur y la Antártida como fuente de soberanía, Paz, progreso, desarrollo y prosperidad.

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