CAPITAL FEDERAL - El acuerdo firmado por petroleros de Neuquén y Mendoza, aceptando metas de productividad y cediendo parte de beneficios consignados en el convenio de trabajo, pretende ser aplicado como modelo de negociación por el gobierno de Mauricio Macri con otras actividades laborales, entre las que se mantienen negociaciones con Smata, gremio el sindicato de electricidad y la Marina Mercante, según informa este miércoles el diario La Nación. El secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut, Jorge Ávila, cuestionó que el acuerdo "recorta el 30% el salario" y reiteró que Chubut rechazará este tipo de convenios.

Caída en los precios internacionales de la energía, demanda local en aumento, producción en baja y altos costos laborales. Las principales variables del mercado petrolero dibujan una situación compleja, a tal punto que el Gobierno favoreció la puesta en práctica de un viejo pedido empresario: atar la remuneración de los trabajadores a su productividad.

El sector petrolero (con el gremio de Neuquén) lidera el cambio en las relaciones de trabajo que el Gobierno quiere extender hacia otros sectores, según confirmó una fuente oficial de trato frecuente con el presidente Mauricio Macri y que pidió reserva de su nombre.

El sindicato petrolero neuquino, a cargo de Guillermo Pereyra, aceptó la propuesta. El líder gremial, uno de los más acostumbrados a cerrar acuerdos salariales sin grandes protestas, entendió la situación. El precio del petróleo está a un tercio del valor que tenía hace algunos años y sus afiliados tienen hoy más chances de perder el empleo que de pelear por incrementos salariales.

El primer mojón del cambio en las relaciones laborales se puso el 20 del mes pasado, a las 10 de la mañana, en el Ministerio de Trabajo. El anfitrión, Jorge Triaca, les prestó la casa a los sindicatos del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén, y La Pampa, a cargo de Pereyra; al de Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo de esas zonas y a sus representaciones en Salta, Jujuy y Formosa.

Fue el final de una negociación que había inaugurado el propio Macri. En una reunión en la Casa de Gobierno de la que participaron entre otros Pereyra y el presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, el primer mandatario les pidió a ambas partes que pusieran buena voluntad para llegar a un acuerdo.

Los jefes gremiales pusieron la firma en un acta junto con la Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos y la de Operaciones Especiales, en representación de las petroleras privadas. En un documento de cuatro carillas, las empresas y los gremios aceptaron que "todo personal que esté en condiciones de jubilarse" se adhiera al beneficio previsional.

Además, con el fin de evitar despidos, habrá reubicaciones de trabajadores. Se ampliaron horarios de trabajo (montaje y desmontaje de equipos podrán hacerse a la noche) y las partes acordaron que "en una misma operación podrán darse tareas simultáneas a los efectos de hacer más eficientes los tiempos operativos", una de la banderas que hasta ahora defendía el sindicalismo petrolero.

Con respecto al ausentismo, el documento sostiene: "Las empresas se comprometen a instrumentar mecanismos necesarios para realizar los controles de ausentismo a efectos de evitar abusos que podrían generarse por boletas médicas". Y se eliminaron las llamadas "horas taxi" (que se pagaban camino a los pozos petroleros), al tiempo que se modificó la jornada de trabajo.

Según la Unión Industrial Argentina (UIA), basada en números oficiales del Ministerio de Trabajo, la tasa de ausentismo en todo el sector productivo (relación entre la cantidad de días por mes que falta un trabajador y la de días laborables) llegó el año pasado hasta el 10%, pese a que existe una gran heterogeneidad entre actividades. En promedio, ronda el 5%, cuando una década atrás era del uno por ciento.

SE AMPLÍA A OTROS GREMIOS

En forma paralela, los gremios y las empresas están trabajando en un nuevo convenio para mejorar las condiciones en Vaca Muerta. Una fuente privada que participa en las discusiones sostuvo que es aún más favorable para la inversión privada.

Los acuerdos atados a la productividad son una novedad para la Argentina. Así se encargó de aclararlo el presidente de YPF anteayer, en un acto en la Casa Rosada. "Por primera vez en la historia de la Argentina, firmamos con el gremio un acta con metas de producción", se entusiasmó Gutiérrez.

De este modo, desde el gobierno se dejó trascender que se avanza con similares objetivos, con sectores como Smata, energía eléctrica y Marina Mercante. 

El acuerdo con los petroleros convirtió en premonitorio un enunciado del dueño de Techint, Paolo Rocca, en el Foro de Inversión y Negocios, un evento hiperpublicitado por el Gobierno que se hizo en septiembre pasado: "Los sindicatos deberían entender esto. Necesitamos convencerlos de que hay que pelear no sólo por el salario de algunos, sino también por el empleo de muchos", sostuvo.

Hace dos semanas, el Gobierno logró reunir en el Museo del Bicentenario a la cúpula de la CGT y los directivos de las principales cámaras empresarias en la llamada Mesa del Diálogo para la Producción y el Trabajo. Allí se acordó "abrir una negociación sector por sector" para el pago de un bono extraordinario de fin de año para trabajadores privados y estatales, que se estableció en $ 2000. También se decidió que en las próximas reuniones comenzaría el debate para introducir pautas de productividad en los convenios salariales.

Fuente: La Nación

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