Según el Municipio, "hay alrededor de 250 vendedores ambulantes de distintos rubros en Comodoro"
Así lo expresó el subsecretario de Fiscalización de la municipalidad, Héctor Quisle, refiriéndose a la cantidad de personas que transitan y están fijos en diferentes puntos de la ciudad para tener un ingreso. "Hubo un incremento en este tipo de ventas, hay situaciones que son entendibles y hay otros que buscan sacar ventaja", manifestó.
El subsecretario de Fiscalización de la municipalidad, Héctor Quisle, dialogó con ADNSUR acerca de la cantidad de vendedores ambulantes que se muestran en el centro de Comodoro y en diferentes partes de la ciudad intentando generar dinero.
Al respecto, el funcionario señaló que ante esta nueva aparición “se controla la venta ambulante en cuanto a su autorización a través de la Dirección General de Habilitaciones Comerciales y, mes a mes, la van revalidando transitoriamente. En algunos casos dejaron este tipo de trabajos y se establecieron en locales comerciales”, comentó.
Quisle indicó que hay todo tipo de vendedores ambulantes por todo Comodoro y adelantó que, puntualmente los vendedores de lentes y gafas de sol, no lo tienen permitido. “Se han hecho los procedimientos y destruido lentes porque no están homologados ni certificados”, señaló.
Asimismo y como ocurre con las personas que no tienen la información correspondiente para ejercer, el subsecretario de Fiscalización dijo que si no tienen la habilitación con la autorización del municipio se les secuestra los objetos, quedando a cargo del Tribunal de Faltas que es el lugar que aplica la sanción. “Si la mercadería tiene manera de acreditarla se dispone la entrega”, dijo.
"Hay alrededor de 250 vendedores ambulantes de distintos rubros en Comodoro", resaltó.
En esta misma sintonía, Quisle sostuvo que “hubo un incremento en este tipo de ventas, hay situaciones que son entendibles y uno trata de facilitar los trámites en casos específicos. También hay oportunistas que tienen tiendas y verdulerias y quieren generar una venta ambulante para sacarle provecho a esta situación”, reveló.
Por último, fue consultado por la situación particular de los feriantes del barrio 9 de julio que se sitúan en la plaza Carlos Gardel en busca de generar ventas y enfrentar la crisis económica. “Ofrecimos alternativas en gimnasios de escuelas para que puedan desarrollar la actividad y no alterar la utilización de una plaza. Hay personas que tenían dificultades para entenderlo, pero había cierta obsesión con ocupar el espacio del sector”, concluyó.