La invasión rusa a Ucrania no se detiene, y tras casi un mes del inicio de la ofensiva el gobierno de Volodimir Zelensky asegura que la élite del gigante europeo planea asesinar a Vladimir Putin para reemplazarlo por un sucesor que ya habría sido elegido.
Así lo informó la dirección de inteligencia del Ministerio de Defensa de Kyiv, remarcando que miembros del Kremlin estarían conspirando para envenenar al líder local y poner en su lugar al director del FSB, Alexander Bortnikov.
El objetivo, claro está, sería quitar a quien inició el conflicto bélico del poder tan pronto como sea posible para recomponer los lazos económicos con Occidente y evitar las sanciones que afectan no solo a las finanzas de su país, sino también a las personales.
Respecto a Bortnikov, la Dirección General de Inteligencia destacó que él "y algunos otros representantes influyentes de la élite rusa están considerando varias opciones para sacar a Putin del poder”.
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“En particular, no se excluye el envenenamiento, la enfermedad repentina o cualquier otra ‘coincidencia’”, se agregó.
Las pérdidas sufridas por las fuerzas chechenas en el norte del país, además, se cree que podrían haber influido en el presunto complot, luego de que el gobierno ucraniana revelara que el ejército de la mencionada región había sido enviado de regreso a Rusia por la cantidad de bajas.
La FSB, a cargo del mencionado Bortnikov, es a la vez "el cerebro y el corazón del régimen de Putin, un estado dentro del estado”, reveló el Dossier Centre.
Según se cree, el funcionario tendría una red de personas "con información privilegiada" que se desempeñan en Ucrania, país donde durante muchos años dirigió una importante red de agentes.