El pasado miércoles 13 de septiembre, Matías Rosales de 30 años, un joven oriundo de Neuquén, se encontraba de viaje junto a su novia y fue apuñalado en Oruro, Bolivia. Sin embargo, denunciaron que tras el ataque fue al hospital, no quisieron atenderlo y falleció.

En tanto, tras lo ocurrido, su familia viajo a la ciudad donde ocurrió el hecho. Allí, Carina, la madre de Rosales, pide justicia por lo sucedido, donde señaló que hubo abandono de persona.

Además, según informó Río Negro, este jueves, cremaron su cuerpo. En tanto la mujer que se encontraba con Florencia, novia de su hijo, habló con la prensa.

Quiero dejar una huella muy grande porque mi hijo era hermoso y solidario, por favor no se olviden de mi hijo”, expresó. 

“Quiero dejar una huella muy grande porque mi hijo era hermoso y solidario, por favor no se olviden de mi hijo”, expresó Foto: Archivo
“Quiero dejar una huella muy grande porque mi hijo era hermoso y solidario, por favor no se olviden de mi hijo”, expresó Foto: Archivo

Además, aseguró que “no vamos a perder la esperanza nunca”.

Estamos solicitando que por favor la justicia haga un identikit con la ayuda de Florencia, háganla antes que nos vayamos a Argentina”, añadió.

EL CRIMEN DE MATÍAS ROSALES

“Había llegado a Oruro hace un día(12 de septiembre). Estaba tomando mate con su novia en la vereda cuando se acercó un colombiano a charlar un rato y se fue. Este hombre volvió nervioso a las 2 horas y lo invitó a mi hijo a comprar en una despensa cercana”, contó Carina en diálogo con Radio 7.

“Matías volvió con una gaseosa bajo el brazo y se desmayó en la puerta del hotel, frente a su novia, a quien le alcanzó a decir que había recibido una puñalada en el pecho”, concluyó.

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