Un hombre llamado José Luis denunció que empleados del municipio de Avellaneda, Buenos Aires, le tapiaron la puerta de su casa y no podía salir.

De esta forma, se encontraba atrapado junto a su familia, desde hacía 36 horas

Sin embargo, pasadas las 18 horas, personal municipal se acercó y con una maza rompió la puerta.

QUE HABÍA SUCEDIDO

La insólita escena, ocurrió en la calle Avenida Mujeres Argentinas al 2400, de Sarandí. Allí, debajo de un puente por donde pasa un tren, empleados de la municipalidad estaban trabajando para poner en valor un espacio público y luego construir una plaza.

🔴 Insólito: le tapiaron la puerta de su propia casa

A pocos metros de la obra estaba la casa del hombre, que señaló que obreros habían tapiado la puerta de su casa con ladrillos y cemento tras una orden municipal.

“Ayer (por el martes) vino gente del municipio y nos dijo que iban tapiar la puerta porque daba a la plaza. Y que nosotros teníamos que hacer una salida al fondo, pero no tenemos. El municipio sigue sosteniendo que acá hay salida y no la hay. Tampoco la quiso corroborar”, declaró a A24.

"Del otro lado tienen salida los departamentos, pero nosotros no. No hay forma. Si quiero hacer una salida atrás tengo que romper las casas de los vecinos", agregó.

Luego remarcó: "Les dije: 'Si tapiás, nos quedamos encerrados' y un policía me contestó 'no es mi problema".

Por otra parte, José Luis indicó que vive en el lugar desde hace tres años, pero que la puerta está hace mucho tiempo. “Ahora la quieren tapar porque van a hacer una plaza”, señaló.

Por este motivo, tuvieron que hacer un agujero para que le puedan pasar comida.

"Gracias a Dios se hizo justicia y vinieron a liberar la puerta. Ahora estoy un poco más tranquilo", declaró el hombre
"Gracias a Dios se hizo justicia y vinieron a liberar la puerta. Ahora estoy un poco más tranquilo", declaró el hombre

Finalmente, después de las 18 horas,  tras la denuncia en los medios, personal municipal se acercó hasta el lugar y con una maza rompieron la puerta que había sido tapiada.

"Gracias a Dios se hizo justicia y vinieron a liberar la puerta. Ahora estoy un poco más tranquilo. No pudimos ir a trabajar y corremos el riesgo de perder nuestros trabajos", mencionó José Luis.

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