COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Cuenta la historia que en 1965 el Sha de Persia, Reza Pahlevi, y su esposa, Farah Diba, se alojaron en el Chalet Huergo. Para Comodoro Rivadavia fue todo un acontecimiento y aunque su estadía duró solo unas horas las autoridades de entonces ordenaron colocar grifería de oro al baño de la planta baja del edificio.

El Chalet Huergo en las últimas semanas fue declarado por la Cámara de Diputados, Monumento Histórico Nacional a través de un proyecto de ley que presentó por primera vez en 2013 el por entonces diputado Mario Pais.

Luego de tres intentos fallidos y tras un dictamen favorable en 2015 Pais reimpulsó el proyecto en el senado junto a Alfredo Luenzo y obtuvo media sanción.

Esta declaración es un reconocimiento a su historia, su importancia para la ciudad y su valor hacia el futuro.

El Chalet Huergo fue fundado en 1919 como casa de empleados superiores de la Dirección General de la Explotación del Petróleo, que luego pasaría a llamarse Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF).

El edificio fue la residencia de Enrique Mosconi, el primer presidente de la operadora estatal, y mantuvo su fachada original hasta 1941, cuando ampliaron el recinto para recibir a huéspedes distinguidos.

Es que el Chalet albergó a grandes presidentes nacionales e internacionales, embajadores, integrantes de las fuerzas armadas, ministros y representantes de compañías.

Pedro Eugenio Aramburu, Arturo Frondizi, Arturo Illia, Juan Carlos Onganía, Alejandro Lanusse, Jorge Rafael Videla, Leopoldo Galtieri y Raúl Alfonsín fueron algunos de los mandatarios argentinos que se alojaron en ese hermoso espacio. También sus habitaciones albergaron al presidente de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro, la escritora Silvina Bullrich, el presidente y director general de la Sociedad Nacional de Petróleos de Irán Manoutcher Eghbal y el subsecretario de Participaciones Estatales de la República Italiana Francesco Principe.

Era la época de esplendor de una ciudad que tenía ferrocarril y que era cuna de la principal petrolera, beneficio que disfrutaban sus empleados que ya en esa época tenían incluso su propia proveeduría para comprar (el actual Ceret) y un lugar de esparcimiento como lo fue el Club Huergo, confitería por la que pasaban cientos de personas cada semana.

Pero todo cambió cuando se privatizó la operadora estatal. Muchos bienes pasaron a ser del municipio y otros quedaron en desuso. El Chalet Huergo terminó siendo sede de una Escuela de Negocios hasta que en 2004 la Municipalidad decidió darle valor y crear el museo que funciona en la actualidad.

Desde entonces se trabajó para ponerlo en valor. Sin embargo, el 23 de marzo de 2010 un incendio derrumbó todo el crecimiento.

El fuego arrasó con dos habitaciones completas y llenó de hollín los dos pisos del recinto y los objetivos históricos, algo que se mantiene hasta la actualidad.

Por esa razón, esta declaración trae esperanza para el edificio ya que se podría acceder a fondos nacionales para ponerlo en valor.    

Chalet Huergo, el mítico edificio que albergó presidentes

EL FUTURO DEL CHALET

La Municipalidad por su parte ya trabaja en la recuperación y luego de la firma de un convenio con la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco se ultiman detalles para que en los próximos meses se realicen estudios geotécnicos que permitan “determinar las características físicas, mecánicas e hidráulicas de los suelos que componen la zona del edificio” y los talues cercanos.

De esa forma, se podría detectar si las condiciones del suelo afectarían “las fundaciones del edificio”, “evaluar los niveles de freáticos y la hidrogeología de la zona”, “determinar el perfil de humedad y grado de saturación del material del talud” y “evaluar posibles problemas de erosión de la costa”, entre otros puntos.

Mientras tanto se trabaja en la renovación de la línea de gas, la ampliación de la línea de agua y la firma de un convenio con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) para evaluar el estado del parque histórico, donde conviven cinco esculturas realizadas en la década del 70 por el artista Bruno Pieragnoli, y trabajar en el asesoramiento y la asistencia técnica para su mantenimiento y puesta en valor.

Así, el Chalet Huergo quiere recuperar la fisonomía que lo hizo grande y seguir siendo un icono de Comodoro Rivadavia, donde se cuenta gran parte de la historia de esta ciudad petrolera.

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