Juan Pablo Luque se encuentra recorriendo la provincia, donde “cada lugar tiene su idiosincrasia y sus problemáticas”. En ese sentido, consideró que “nosotros somos privilegiados de vivir en lugares tan bellos como tiene todo Chubut, pero también con diversas problemáticas que hay que solucionar y para eso hay que estar encima, en territorio porque todo requiere gestión. Nosotros nos especializamos en eso, en estar en territorio para tratar de mejorar la calidad de vida de la gente”.

Puntualmente, estuvo en territorio escuchando las necesidades de los hospitales rurales de Río Pico y Gobernador Costa, que tienen necesidades básicas para gestionar como cada punto de la provincia, pero también otras dificultades que el Estado puede resolver con decisión.

“La gente que vive en lugares alejados como éstos, necesitan que la salud funcione de manera correcta porque cualquier inconveniente, como el anegamiento de un camino, puede impedir estabilizar a un paciente y trasladarlo a un hospital más grande”.

Al respecto, sostuvo que “hay necesidades básicas en salud, el hospital tiene necesidades importantes como mejorar el plantel profesional, que sucede hasta en las ciudades grandes. Es algo en lo que tenemos que trabajar para conseguir más profesionales. Pero La burocracia no tiene que ver con los recursos económicos sino con las ganas de mejorar la eficiencia del Estado”.

“Es importante que quien quiera gobernar la provincia conozca la realidad en territorio”

Diana Solis es la directora del Hospital Rural de Río Pico y se enfrenta a diario con las problemáticas típicas derivadas de depender de una administración a distancia y del poco tiempo que duran los profesionales en la zona para luego migrar hacia otros destinos.

“Profesionalmente tenemos consultorio médico generalista, guardia pasiva de médico, enfermero y chofer; laboratorio con bioquímica local, kinesióloga, que es un servicio excelente. Estamos esperando para julio incorporar una odontóloga porque hace 3 años que no tenemos una profesional”, detalló.

A su vez, del hospital de Río Pico depende el puesto sanitario de Atilio Viglione, ubicado a 30 kilómetros por ripio, hacia donde una vez a la semana viaja un profesional a hacer consultorio médico.

En caso de urgencias se deriva al hospital de Esquel, pero se encuentra a más de 240 kilómetros. A las complicaciones de distancia se suman la crudeza del clima en invierno y la burocracia administrativa.

“En cuanto a lo administrativo, nos lleva mucho tiempo un ingreso, una mensualización. Los médicos llegan con contrato y se quedan poco tiempo, como si fuera una pasantía, lo cual no ayuda porque nuestros pacientes quedan a la espera de un turno, de una interconsulta. Se van los médicos, vienen otros y arrancamos con la misma historia”, relató sobre la realidad diaria.

En ese marco, solicitó mayor agilidad administrativa: “necesitamos que el sistema sea más ágil: que el médico ingrese y cobre. Eso generaría confianza y entusiasmo. Hoy nosotros sabemos que los médicos que llegan lo más probable es que se vayan en seis meses, porque llegan solos, sin familia, y encima no cobran cuando se debería”.

Para finalizar, expresó que “es muy bueno que Juan Pablo venga a conocer la realidad, lo que implica la distancia y la burocracia en pueblos como los nuestros para poder esperar soluciones”. 

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