Se suicidó en su celda el imputado por la violación de una mujer y la muerte de un nene en Puerto Deseado
Omar Alvarado tenía 33 años y sufría esquizofrenia
CALETA OLIVIA (ADNSUR) - El cuerpo sin vida del imputado por la violación de una mujer y la muerte de su hijo de 5 años en Puerto Deseado fue encontrado en una celda en la comisaría 4ta de esta ciudad, donde esperaba el juicio.
Fuentes policiales confirmaron que Omar Alvarado, de 33 años y oriundo de Comodoro Rivadavia, se suicidó en su celda y fue encontrado por personal policial en medio de una requisa en la noche de este viernes. El caso es investigado por personal policial y el juez Contreras.
Alvarado padecía esquizofrencia y era, junto a un adolescente de 16 años, el principal sospecho de la violación de María Subelza, una mujer de Salta que visitaba a su hijo en la localidad santacruceña, en una playa de Puerto Deseado y el posterior asesinato del hijo del a víctima, de 5 años. El cuerpo de Santino fue encontrado sin vida luego de que la mujer llegara a pedirle ayuda a dos habitantes de Deseado que se encontraban a al menos 3 kilómetros del lugar donde ocurrieron los hechos.
El hecho ocurrió el pasado mes de febrero y conmocionó a Puerto Deseado y el país. Según se reconstruyó, la víctima paseaba con su hijo en una playa de Deseado cuando fue interceptada por dos hombres. Se trataría de Alvarado -cuyo cuerpo fue encontrado este viernes por la noche- y un adolescente de 16 años. El primero es de Comodoro y fue entregado por su propia hermana, quien lo reconoció en el identikit que mostró la policía pocas horas después del hecho.
Ambos hombres violaron a la mujer y mataron a su hijo Santino de 5 años, con la intención de no dejar testigos. El estudio practicado sobre el cuerpo del menor confirmó que el chico perdió la vida por una hemorragia interna producto de politraumatismos de cráneo realizado con un elemento contundente que causó la muerte.
La violación y muerte ocurrió en la denominada cueva costera de la zona de Punta Cavendich en Puerto Deseado. Alvarado vivía en un lugar denominado "La Favela" en Deseado. No tenía trabajo estable y, en los últimos tiempos, mantenía escasa comunicación con su familia.