COMODORO RIVADVIA (ADNSUR) - Sixto Barría tenía 32 años cuando fue brutalmente golpeado, apuñalado y asfixiado en una vivienda del barrio Standart. Como aún continuaba con vida sus agresores decidieron arrojarlo a una fosa y tirarle un bloque en la cabeza para rematarlo.
El 29 de octubre de 2012, luego de una noche de abundante ingesta de alcohol en una vivienda de barrio Standart, ubicada en calle Manuel Ríos 175, cuatro amigos mantuvieron una riña y Barría terminó perdiendo la vida. El joven fue golpeado, apuñalado al menos tres veces en la zona del cuello y asfixiado con un palo de escoba con el que le apretaron el cuello. Y tras ello fue arrastrado desde la vivienda donde estaban a un galpón, ubicado dentro del predio, y arrojado a una fosa con agua.
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Como si esto no fuera poco, al ver que Barría aun se encontraba con vida, sus homicidas le arrojaron un bloque en la cabeza para darle fin a su agonía y luego taparon la fosa con maderas.
El crimen de Barría fue el 32° homicidio del año 2012. Y recién sobre las 19 horas se informó sobre el hallazgo de un cuerpo sin vida a la Seccional de Kilómetro 8. Fue cuando el propietario de la vivienda se percató de lo sucedido al arribar a su domicilio y encontrar rastros de sangre que se direccionaban hacia a fosa donde había sido sepultado el cuerpo.
Un testigo que vio la agresión pero no habría participado de la misma, narró lo sucedido a los investigadores. Contó que le había dicho a sus amigos que había sido abusado por Barría, lo que desencadenó la agresión.
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Finalmente por la muerte fueron detenidos Gabriel Aybar y P.E.F de entonces 16 años. Sin embargo, en la audiencia de control de detención, ambos señalaron que Cristian Andrés Barsamini, el testigo, también había participado del crimen y posteriormente fue imputado.
En el año 2013 se ejecutaron tres juicios abreviados por el crimen de Barría. Aybar fue condenado a 3 años de prisión en suspenso, luego de aceptar su responsabilidad por el delito de homicidio en riña en calidad de coautor; Barsamini, recibió la misma calificación legal y pena; y P.E.F. fue sometido a un tratamiento tutelar por ser menor de edad.
