En agosto de 2018, un matrimonio y sus dos hijos se mudaron a una casa en Ubatuba, en la costa norte de Sao Paulo, Brasil. La familia eligió la propiedad porque tenía un alquiler económico y el espacio era confortable.
La inmobiliaria que les alquiló les contó que desde el año 2013 la dueña de la casa estaba desaparecida, pero no le dieron mayor importancia. La mujer se llamaba Luzia y tenía 62 años. En un comienzo, los hijos del matrimonio bromeaban de que la mujer estaba enterrada allí, pero como un juego.
“Muchos conocidos nos preguntaron si teníamos noticias de ella. Cuando les explicamos que no la conocíamos, empezaron a contarnos cosas sobre Luzia. Decían que le gustaban mucho los animales y que tenía gatos, que estaba sola, tenía depresión y tomaba medicación”, contó la madre de la familia a la BBC Brasil.
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Con el tiempo, la familia comenzó a hacer reformas en la vivienda. “Al principio, no queríamos intervenir en el jardín porque la casa no es nuestra y las plantas eran realmente bonitas. Pero decidimos hacerlo porque nuestro cachorro se revolcaba en la tierra del jardín y entraba a la casa oliendo muy mal. Los vecinos estaban molestos porque se juntaban muchos caracoles allí”, relató la mujer.
En enero de 2021, el padre de la familia y su hijo estaban trabajando en el jardín, cuando vieron algo que les llamó la atención. Se trataba de una tela enterrada. “Pero tiré y vi que era algo pesado. ¿Sabes cuando te llega ese frío por la espalda? Miré a mi hijo y le dije: ‘Me pregunto si aquí enterraron algún animal’”, recordó.
“Tomé un extremo y mi hijo el otro. Pesaba mucho. Lo sacamos del hoyo y cuando lo abrí salieron todos los huesos. En ese momento dije: ‘encontramos a la dueña de la casa’. Me quedé paralizado. Fue horrible, no quieres creer que esto te está pasando. Parece que el tiempo se congela. Un millón de cosas pasan por tu cabeza”. “Se sintió como una película. Estaba en shock”, contó el hijo mayor de la pareja.
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Finalmente llamaron a la policía. Un representante de la agencia inmobiliaria acudió al sitio e informó del hecho a los familiares de Luzia. Una prótesis metálica para la columna vertebral fue el dato que ayudó a los investigadores a identificar el cuerpo.
Para el matrimonio, la historia de la mujer siempre formará parte de la memoria de ellos y de sus hijos, aunque aún se encuentra en investigación. “Es algo trágico y notable, que nos acompañará”, aseguraron.