Si la semana pasada la votación en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias eran un escenario de incertidumbre, hoy el panorama es aún más desconcertante. 

No hay ningún indicio certero de cómo se comportará la ciudadanía en las urnas y, aun peor, si irán a votar. El abrupto y convulsionado cierre de campañas, con muertes y polémicas de todo el espectro social, son el motivo de la moneda en el aire.

La muerte de Morena Dominguez, de tan sólo 11 años y manos de motochorros,  atravesó todo el tejido social y sepultó la campaña electoral. Murió una niña a metros de la escuela. Conmocionó a todo el país. Se sumaron otras muertes por inseguridad, es algo con lo que se convive hace años en la Argentina. Pero el hecho y su repercusión paralizó la campaña y le dio la extremaunción. 

Al día siguiente, la muerte de un manifestante en pleno operativo de la policía de la Ciudad de Buenos Aires. Y volvieron las discusiones en el seno de los sectores politizados y, en ocasiones, alejados de la vida cotidiana.

 “Con este grado de polarización en el debate es inevitable la politización. Toda postura que entre en la agenda pública va a agrupar adhesiones y rechazos profundos”, asegura el consultor político Juan Courel. Con varias campañas importantes en su haber, Courel reflexiona sobre cómo inciden las muertes de Morena Dominguez y la del manifestante Facundo Molares. ¿Será que algún candidato sale fortalecido de la desgracia? “No creo que las dos mayores coaliciones hayan capitalizado la conmoción de estos días”, asegura.

Sea cual sea el resultado, algunos dirán que las encuestas no sirven, que ninguna puede arrojar datos de la realidad, que están operadas y que fallan. Últimamente ese riesgo es parte de la realidad. Hay un sector de la sociedad que no quiere contestar a las consultas electorales porque, simplemente, no le importa. No le importan las elecciones, no le interesa la política y creen que ninguno le da respuestas a la inseguridad, la pobreza, la falta de trabajo y educación.

Los militantes dirán que no son todos lo mismo. Algunos asegurarán que sólo una mano firme puede poner fin al caos integral. La vereda contraria que la represión se va a apoderar de las calles. Mientras la política y la militancia teoriza, el calendario electoral llegó a su primera instancia. Y ante el nivel de desconcierto, todas las conclusiones de esta próxima semana no van a valer en octubre.

¿Cuáles serán aquellos distritos en los que el voto bronca se exprese en mayor medida? ¿Qué pasará con la asistencia a las urnas? Son preguntas que los comités de campaña se hacen. Principalmente en el oficialismo.

Durante las ultimas semanas, el candidato mas interesado en que asista la mayor cantidad de los 35.405.013 ciudadanos habilitados para votar, fue Sergio Massa. La clave es la cantidad de personas que decidan hacer uso del derecho a voto. Courel es cauto: “Es difícil anticiparlo. La profunda negatividad de los últimos días puede desincentivar la participación. En los países en los que el voto es optativo, la negatividad es un incentivo para no ir a votar. Habrá que ver si sucede lo mismo. Es probable que el rechazo a la política pueda haberse intensificado”.

En los últimos días, la Cámara Nacional Electoral emitió un comunicado recordando que las elecciones son obligatorias. El nivel de apatía es tan grande que, a las personas que no piensan en ir a votar, no les llega esa información.

Desde Unión por la Patria, el objetivo electoral es ser el candidato con más votos. “Estamos muy bien” comentaban con los periodistas. Los últimos días cambiaron todo. Nadie tiene certezas. La biblioteca de análisis puertas adentro se divide en dos: los optimistas y quienes temen lo peor. 

En la evaluación, tienen en consideración dos puntos. El primero, y mas importante, la diferencia de la suma de los candidatos de JXC sobre los candidatos de UxP (sí, suman a Juan Grabois) de cara a octubre. “No es lo mismo una diferencia de cuatro o cinco puntos que de siete”, aseguran. El punto dos le pone pimienta al asunto: “hay que ver en concreto como nos va en la Provincia de Buenos Aires”.

En el círculo de Patricia Bullrich y en el Horacio Rodriguez Larreta, los dos tienen la misma lectura: “Esta peleado”. La disputa es voto a voto.

Milei es una incógnita. Un experimentado gestor de campañas cercano al gobierno nacional mostró preocupación al porcentaje Bullrich mas Milei. “Prometen cambios económicos, cambios en el cepo al dólar, dolarización, etc. Los mercados pueden sacudir fuerte el lunes si entre los dos sacan mas de 40 puntos”. Eso explicaría bastante la reunión del equipo económico con Sergio Massa del viernes.

La lupa va a estar en ver el porcentaje de asistencia. En las PASO 2019, votó el 76,4% del padrón. En las PASO de las elecciones legislativas de 2021, la asistencia registró su marca mas baja, pero el contexto era de pandemia. Fue sólo el 68% a sufragar. ¿Y ahora? ¿Y hoy? ¿Y que significará? Son todas respuestas que se develaran en las próximas horas.

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