Los intereses de refinanciar el saldo impago de la tarjeta de crédito pueden oscilar entre el 170% y 230% anual, dependiendo de si está por encima o por debajo de un monto tope fijado en 200.000 pesos. Frente a  una situación de deuda acumulada por saldos impagos, la duda que puede plantearse es: ¿sería más barato conseguir un crédito personal, para cancelar esa deuda de tarjeta de crédito y luego pagar las cuotas de ese préstamo?

La tarjeta de crédito aplica costos financieros por encima del 230% cuando se superan los 200.000 pesos de saldo.
La tarjeta de crédito aplica costos financieros por encima del 230% cuando se superan los 200.000 pesos de saldo.

Tras las últimas medidas del mes de mayo, la tasa nominal anual (TNA) de las tarjetas de crédito se redujo en dos puntos, desde el 88 al 86% anual. La medida, junto a la ampliación del límite de compras, apuntó a incentivar el consumo.

Si bien a simple vista la tasa de financiación puede parecer conveniente, porque resulta menor a la inflación proyectada para los próximos 12 meses, por encima del 140% anual, hay que tener en cuenta que el costo real de  esa financiación es mucho más alto.

Es que al sumarse las comisiones del banco o la entidad emisora de la tarjeta, esa tasa se eleva, a lo largo de un año, a un porcentaje que supera el 171%, siempre que el saldo a financiar no supere los $200.000. Por encima de ese límite, entonces el Costo Financiero Total Efectivo (CFTE) oscilará entre el 213 y 230%, o incluso por encima, según la entidad de que se trate (cuando la tarjeta es emitida por entidades no bancarias, el costo puede llegar al 300%).

Estos intereses son los que se aplican para financiar el saldo impago, como también si se hiciera una compra en 12 cuotas y el producto no está en el programa Ahora 12, que presenta una tasa del 72%.

COMO IMPACTAN LOS INTERESES DE FINANCIACIÓN

En resumen, si una persona tuvo consumos por 500.000 pesos con su tarjeta de crédito, pero pudo pagar solamente la mitad, dejando para financiar, por ejemplo, 250.000 pesos, al mes siguiente esa deuda se habrá transformado en 297.500, ya que el CFTE es del 19% mensual.

¿Conviene sacar un préstamo personal para pagar la tarjeta de crédito?

Siguiendo con el ejemplo, si la misma persona no consigue mejorar sus ingresos y tampoco puede reducir sus gastos, manteniendo el saldo impago todos los meses, pagando solamente el mínimo o poco más de ese límite, al cabo de un año la deuda se habrá transformado en 575.000 pesos siempre y cuando no haya dejado nuevos saldos pendientes.

La deuda, de ese modo, habrá evolucionado muy por encima de la inflación, ya que aun suponiendo que ésta alcance un 150% anual, por aplicación de esa tasa el saldo impago no debería superar los 375.000 pesos.

PEDIR UN PRÉSTAMO PARA PAGAR LA TARJETA, ¿ES CONVENIENTE?

En ese escenario, el deudor afronta múltiples complicaciones. Hay que pensar que la reducción de gastos no es sencilla, sobre todo en los casos en que la tarjeta se utiliza para las compras básicas de alimentos en el supermercado, pago de impuestos, combustible y otros gastos fijos que requiere una familia.

Entonces, sobre cada saldo impago se van sumando nuevos consumos, por lo que al cabo de unos pocos meses la deuda puede haberse tornado muy difícil de afrontar y con la perspectiva de seguir creciendo, al ritmo de la inflación.

Los bancos ofrecen, en sus sitios web, simuladores de préstamos para tener una aproximación al monto de la cuota y costos financieros a afrontar.
Los bancos ofrecen, en sus sitios web, simuladores de préstamos para tener una aproximación al monto de la cuota y costos financieros a afrontar.

En esos casos, surge la opción de analizar un préstamo personal para cancelar la deuda total de la tarjeta de crédito, para luego afrontar el pago de las cuotas mensuales del crédito, suponiendo que presente condiciones más ventajosas.

Para tomar esa decisión, habrá que hacer un ‘barrido’ en distintas entidades bancarias, ya que las  condiciones pueden ser muy variadas, dependiendo también del tipo de sujeto de crédito que cada uno represente para el sistema, ya que de eso depende si podrá calificar o no para un préstamo y mejorar sus condiciones de acceso.

Por ejemplo, un crédito personal a sola firma, ofrecida por uno de los bancos con sede en Comodoro, presenta una tasa nominal anual del 103%. Aunque a simple vista parece conveniente, hay que observar las demás variables: la tasa efectiva anual asciende al 169%, mientras que al sumar gastos, comisiones e impuestos, el CFTE llega hasta el 227,8%. Es decir, prácticamente el mismo interés que la tarjeta de crédito.

El problema puede complejizarse si se busca pagar durante un plazo mayor a un año, por ejemplo en 36, para tratar de oxigenar nuestras cuentas mensuales. En ese caso, por ejemplo, para un crédito de 300.000 pesos, el valor de las cuotas oscilaría un promedio de 28.000 pesos mensuales, por lo que al cabo de los 36 meses, se habrán devuelto algo más de 1 millón de pesos, cuando habíamos solicitado inicialmente 300.000 pesos. 

¿Conviene sacar un préstamo personal para pagar la tarjeta de crédito?

La opción de créditos es variada y los costos pueden ser incluso muy superiores. Algunas aplicaciones financiera, es decir por fuera de los bancos y en lo que es el denominado mundo de las ‘fintech’, pueden ofrecer incluso líneas mucho más costosas, a cambio de una menor cantidad de requisitos y una mayor agilidad.

En una de esas firmas se ofrecía en la última semana un crédito con una tasa nominal anual del 135%, pero con un CFTE de… 399%!

CREDITOS PARA EMPLEADOS PUBLICOS EN BANCOS OFICIALES

En la banca oficial con sede en Comodoro pueden encontrarse opciones más viables. Por ejemplo, Banco Chubut presenta una línea de crédito personal, de hasta 500.000 pesos, para empleados públicos, con una Tasa Nominal Anual del 76,5%, que se transforma en una tasa efectiva anual del 110% y un CFTE del 144,03%. Es decir, con un costo mucho más accesible, considerando las condiciones actuales.

Según el simulador que ofrece la misma entidad bancaria en su sitio web oficial, las cuotas tendrían un promedio del orden de los $45.000 mensuales, lo que significa que al cabo de 36 meses se habrán devuelto $1.620.000. Hay que tener en cuenta que la Tasa Efectiva Anual aplica sobre cada uno de los años en que se tome como plazo para pagar el préstamo, de ahí que el monto a devolver termina siendo, en este caso, algo más del triple del valor inicialmente tomado.

¿Conviene sacar un préstamo personal para pagar la tarjeta de crédito?

También el Banco Nación ofrece una línea especial para empleados de la administración pública nacional, con tasas bonificadas y montos de hasta 10 millones de pesos. Con una tasa fija del 106,5%, el costo financiero, sin embargo, asciende hasta el 240%. Según el cálculo que presenta la entidad en su sitio web, para un préstamo de 1 millón de pesos a devolver en 72 meses, la cuota sería de $107.500, lo que significaría que al cabo de los 6 años de plazos, la devolución total sumaría alrededor de 7,7 millones de pesos.

En ese contexto, no son muchas las opciones de “crédito barato”, lo que es entendible en el marco de la economía inflacionaria que se vive actualmente. 

SI VAS A SACAR UN PRÉSTAMO, NO COMETAS ESTOS ERRORES

Si pese a todo, se necesita recurrir a un préstamo por las circunstancias que fueren, más allá del punto de partida que tomamos en este informe en relación a la deuda de tarjeta de crédito, resulta útil tener en cuenta algunos tips para conocer cuál es la opción más conveniente.

Desde el sitio ‘alprestamo.com’ elaboraron las siguientes recomendaciones para quienes necesitan salir en busca de una línea crediticia, para no cometer algunos de los errores más frecuentes que se cometen en ese trance, sobre todo cuando estamos apurados por resolver un problema financiero.

“Entre los errores más frecuentes al solicitar un préstamo es mirar solo la Tasa Nominal Anual (o TNA, que sería la tasa de interés). Aunque es fundamental tener en cuenta la TNA al momento de solicitar un préstamo, es solo una de las variables que forman parte del costo del mismo –dicen los especialistas-. Lo que debemos comparar para entender si un préstamo es mejor para nosotros que otro es el Costo Financiero Total (CFT), que incluye la tasa de interés y otros gastos como seguros, impuestos y comisiones, entre otros”.

“Un segundo aspecto a tener en cuenta cuando solicitamos un préstamo es evaluar la capacidad de pago –añaden-. Es decir, no nos sirve de nada sacar un préstamo barato si, de todas formas, no lo vamos a poder pagar en el futuro. Para eso, es fundamental asegurarnos que tenemos la capacidad de pago para afrontar el pago de la cuota del préstamo todos los meses”.

¿Conviene sacar un préstamo personal para pagar la tarjeta de crédito?

Por eso, una de las sugerencias básicas es planificar la proyección de ingresos y armar un presupuesto mensual con los gastos previstos, incorporando cada mes los incrementos que va generando la inflación, porque a veces no llegamos a visualizar el modo total en que los ingresos quedan retrasados frente a los gastos. Ese análisis es obvio, para saber si podremos afrontar el pago de la cuota.

“Por último, un grave error al momento de pedir un préstamo es pedir de más y por mucho tiempo –añade el informe-. No pidas más dinero ‘por las dudas’, ya que al vivir en un país donde la mayoría llegamos bastante justos a fin de mes, cada peso que debas devolver al préstamo cuenta. Por eso, es mejor hacer el cálculo exacto de cuánto necesitás para solventar el gasto de un nuevo auto o para financiar la educación de tus hijos y solicitar ese monto específico”.

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