El ilustrador de Comodoro que hace 6 años creó su propia marca de juegos de mesa con identidad patagónica

Un zorro colorado sobre una carta, una liebre para pintar o un dinosaurio de la Patagonia que forma parte de un dominó. El mundo de los juguetes y los juegos de mesa también hace pie en la Patagonia, y el emprendimiento de Emiliano Gunckel es una muestra de ello.

Hace 6 años, este ilustrador profesional decidió crear Lugodonia, un emprendimiento de juegos de mesa que llega desde Comodoro a diferentes puntos del país, llevando consigo las marcas de una región.

Emiliano es de la ciudad, tiene 32 años y asegura que siempre le gustaron los juegos de mesa, quizás tanto como dibujar. Ya de chico supo que quería estudiar algo relacionado al dibujo. Como muchos, comenzó haciendo historietas, de la mano de Claudia Rivero, quien también fue profesora en la Escuela de Arte, y luego siguió un largo camino por el dibujo. Por eso, cuando creció, supo que lo suyo iba por el camino del lápiz y la tinta. 

Por consejo de su madre, una maestra jardinera amante de la carpintería, Emiliano decidió irse a estudiar a Mar del Plata, donde había una escuela de arte que estaba buena. Allí comenzó con la formación básica y, una vez que tuvo que elegir, decidió irse por la ilustración, aquello que siempre le había gustado. 

En el gran balneario de la Argentina, Emiliano estuvo durante cuatro años hasta que se recibió de ilustrador profesional. Con el objetivo cumplido, regresó a Comodoro y comenzó a trabajar en diferentes lugares; entre ellos la revista Doom, los talleres municipales, y también en escuelas como docente, tanto en el Instituto Martín Rivadavia y como en la Escuela de Arte donde oficia de profesor de dibujo.

Estaba en ese camino cuando descubrió que quería incursionar en los juegos de mesa porque, como cuenta a ADNSUR, “el juego de mesa tiene mucho de ilustración también”. 

“Es algo que me gustó desde chico. De adolescente jugué muchísimo y acá conocí gente de diferentes emprendimientos que me terminó volcando por ese camino. Pero la verdad es que el juego de mesa está muy vinculado a la ilustración”.

En su camino, Emiliano tuvo diferentes influencias, una de ellas fue “La galera de Moriarty” un emprendimiento que organizaba tarde de juegos, tanto clásicos como modernos, algo que le gusta mucho.

En la actualidad el joven está abocado casi en un 100% al proyecto, y no solo se encarga de diseñarlos e idearlos, sino también de armarlos una vez que las piezas son enviadas a Comodoro. 

Pero lejos de ser un trabajo individual, se trata más bien de un emprendimiento que involucra a muchas personas, desde profesionales de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, que hacen la auditoría de los juegos para que no se equivoque en la información, hasta otros ilustradores que colaboran con algunos dibujos y personal que se dedica a armar los juegos. Luego llega la etapa más linda del proyecto, la devolución de la gente. 

“Eso es lo más lindo. Una vez que se materializa y tenés todo el folleto educativo ya está, es lindo, como también la devolución de la gente, de los nenes que lo juegan y aquellos que te dicen que les gusta. Pero es todo un trabajo manual que consiste en armar los juegos, porque hay que armar las barajas, las cajas, y embolsar las fichas. Por el momento estoy abarcando varios temas que trato que no se repitan, porque vengo trabajando flora y fauna, pero la idea es que en poco tiempo haya otras temáticas”.

Lo cierto es que, desde este punto de la Patagonia, Ludogonia llega a otros destinos de Argentina, como Buenos Aires y Córdoba, donde algunos clientes compraron la preventa de Patagosaurio, su último juego. 

Con un buen futuro por delante, Emiliano se prepara para viajar en septiembre a Rosario, al Encuentro de Juegos de Mesa que reúne a editoriales de todo el país. Viajará representando a Chubut, su provincia, llevando sus catálogos y sus diferentes juegos, demostrando que bien al sur de la Patagonia también se crean juegos de mesa, una actividad que lleva el sello de una región.