Lo que debía ser un día feliz, terminó siendo una pesadilla para una joven que trabajaba de moza en un restaurante del Estado de Michigan, Estados Unidos.

Lindsay Boyd un día recibió 10 mil dólares  como propina y lo compartió a través de las redes sociales. Sin embargo, su jefe la despidió.

La chica trabajaba en el Mason Jar Café y contó el motivo de su despido en su cuenta de Facebook. Allí expresó su agradecimiento al hombre que dejó los millones y reflejó su tristeza por la decisión de sus patrones: “Como con cualquier cosa que reciba tanta atención, también vino una inmensa cantidad de negatividad de toda esta situación”.

En un primer momento le dieron libre domingo y lunes y después la llamaron para decirle que el martes no regresara. “Una semana soy una empleada increíblemente trabajadora, una madre asombrosa... Ahora, estoy sin trabajo, por primera vez desde que tengo 15 años”, lamentó.

LA INSÓLITA RESPUESTA DEL DUEÑO

El posteo se volvió viral y los dueños de la cafetería salieron a dar su versión de los hechos. En otra publicación en la misma red social, aseguraron que el despido no estaba relacionado con la propina, sino que la decisión se tomó desde un punto meramente comercial.

Recibió una impactante cifra de propia, lo compartió en redes y sus jefes tomaron una drástica decisión

“No podemos comentar sobre la naturaleza de su pérdida de trabajo debido a las leyes laborales y para proteger al personal involucrado”, indicaron y siguieron: “Sin embargo, la decisión no tuvo nada que ver con la propina”.

Por último, aclararon que se preocupan por sus empleados, que fueron los mismos durante seis años e insistieron: “Hacemos todo lo posible para no perder personal”. “Esperamos que quede claro que esta no fue una decisión tomada a la ligera o precipitadamente”, cerraron.

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