Con la "libertad" como bandera, Florinda decidió vivir su vida con total plenitud. Su cuerpo, su andar y su cabeza parecieran no registrar del todo las 8 décadas vividas. Desde muy pequeña tuvo que afrontar la muerte de su mamá y una operación critica a las 10 años en la que pasó un mes en el hospital sola, pero eso le dio fuerza para convertirse en una adolescente y luego una mujer con caracter y decidida. Nunca se casó porque cree fervientemente en la idea de no depender de nadie y antes de los 40 años dejó su Catamarca natal para conocer la Patagonia, pero nunca más volvió y decidió darle un cambio a su vida. Hoy a los 82 años, vive cada día con intensidad, sigue trabajando, no toma ni una medicación y practica cerca de diez actividades semanales, entre deportes y danzas.

Florinda Parodi ("Flori" como la conocen todos), nació nació el 9 de diciembre de 1941 en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Nunca se casó, tiene un hijo, tres nietos y muchos amigos que va cosechando en cada actividad de la que participa. Vive sola en una casa de Neuquén capital, donde también recibe a sus clientes al menos una vez por semana, ya que sigue trabajando de pedicura. 

Superó una infancia difícil y decidió vivir sin barreras: a los 82 años trabaja, practica zumba, folklore y 5 deportes en la semana

Sus días son intensos, en cada jornada practica al menos dos o tres actividades deportivas y danzas. Tiene una fuerza y una energía poco habitual. Asegura que la música la sana y disfrutar de la naturaleza la hace sentir en libertad. "Todos los días me repito que mañana será mejor", aseguró en diálogo con ADNSUR. 

Hace más de 40 años que dejó su ciudad natal y llegó a Neuquén "le dije a mi viejo un día voy a conocer Neuquén y a los dos días decidí quedarme, mi viejo vino a los 4 años a ver que pasaba"., dijo entre risas picaras. "Es que ahí (Catamarca)no había futuro, no había posibilidad de tener una casa, de progresar".

UNA INFANCIA MUY DURA

Tuvo cuatro hermanos, su mamá falleció cuando ella tenía tan solo seis años y su hermana menor 3. "Ahora solo quedamos tres porque mi hermano mayor y el menor fallecieron", aclara. 

Además de tener que afrontar la partida de su mamá a los 6 años "Me acuerdo que en esa época no te decían que tu mama estaba enferma, para ella se fue y no volvió mas, sin explicaciones, y así crecí; Flori atravesó una dura operación a los 10, algo que la marcó para siempre, tanto que al recordarlo no puede contener las lágrimas

"Yo nací con labio, encías y paladar abierto, tuve una operación muy grande, muy mala. No tenia mamá, mi papá me dejó en el hospital y estuve un mes internada sola. Yo siempre me la pasaba corriendo libre en el monte y todo ese tiempo internada me la pasaba llorando. Los médicos decían qué vamos a hacer con vos que llorás tanto. Me veía presa, sufrí mucho con la operación, además en esa época no había suero, todo te lo ponían en la punta del dedo. No podía cerrar la boca, todo un mes sin comer. Sin papá y sin mamá, sol", relató.

Superó una infancia difícil y decidió vivir sin barreras: a los 82 años trabaja, practica zumba, folklore y 5 deportes en la semana

La emoción está a flor de piel y entre lagrimas afirma que después de 70 años no lo he superado "me duele, es más fuerte que yo, son lastimaduras de la vida pero yo le puse ganas. Siempre pensaba que mañana voy a estar mejor, en mi mente siempre pienso eso, mañana va a ser mejor".

Flori cree que ese ímpetu, tenacidad y fuerza vienen de su papá. "Yo siempre fui además muy inquieta, recuerdo que teníamos un sauce y me subía y mi papá no me podía bajar, intentaba de mil maneras pero no podía".

EL DESTINO ESTABA MARCADO

A los 19 años se fue a Buenos Aires a estudiar Medicina, pero la inseguridad de vivir en "la gran ciudad" pudieron más y decidió volverse, unos años después se recibió de Técnica Superior en Administración publica y trabajó en el gobierno de Catamarca varios años.  "Dios siempre me dio oportunidades y me abrió los brazos y yo lo aproveche. Había días en los que me iba a las 6 de la mañana y salía a las 9 de la noche. A los 26 años tuvo a su único hijo "Siempre trate de hacer siempre bien las cosas y pude darle estudio a mi hijo que es psicólogo y hoy tiene una fundación para niños con capacidades diferentes", cuenta orgullosa. Convivió con dos parejas pero nunca se casó "Nunca me gustó depender de nadie,  no quería pensar ni en la idea de pedirle plata a alguien para comprarme unas medias, eso siempre lo pensé desde chica". 

A los 32 años Flori sentía que su vida necesitaba un cambio, un recuerdo llegó a su mente como una señal, y decidió seguir su instinto. "Cuando yo tenia 7 años vi una revista de esa época con muchas cosas para chicos y salía un concurso y como siempre que fui intrusa me anote. Después me vine una carta que había ganado algo en el territorio nacional de Neuquén porque todavía no era provincia, le dije a mi papá pero no le dio bola y quedó ahí. Después de muchos años me acorde de ese concurso y me fijé en todos los papeles que tenia, y si era que me había ganado un terreno, eso decía. Y en ese momento dije voy a ir a Conocer Neuquén y nunca más volví, es que la vida te acomoda·", afirma. 

En Neuquén trabajó en la casa del médico, historiador y escritor argentino Gregorio Álvarez, "primero como ama de llaves, después su secretaria y después lo ayude a cuidarlo cuando estaba enfermo. Tuve la suerte de conocer un personaje como el. Hasta que salió el concurso de provincia y corría como loca con el doctor y mi trabajo".

LAS GANAS DE ESTAR EN MOVIMIENTO, DISFRUTAR Y EL "SECRETO" PARA ESTAR PLENA A LOS 82 AÑOS

"Siempre fui muy deportista, solo paré unos años cuando tuve a mi hijo. Mi papá me llevó a hacer ciclismo a los 12 años, ese fue mi primer deporte", recuerda. Después formó parte del equipo de vóley y básquet del Liceo Nacional de Señoritas, luego hizo atletismo, lanzamiento de bala, jabalina y de disco, salto en alto y largo, además de carreras de 60, 100 y posta.

Superó una infancia difícil y decidió vivir sin barreras: a los 82 años trabaja, practica zumba, folklore y 5 deportes en la semana

Hoy realiza más de diez actividades a la semana, asiste a Club de la Amistad de la Tercera  Edad, y forma parte de comisión. "Los lunes hago zumba y folklore, los martes gimnasia, expresión corporal y trekking, los miércoles me dedico a hacer todo lo que hay que hacer de tramites y como tengo oficio hago pedicuría a la tarde y pongo a todos mis clientes ese día en su casa".

Los jueves practica trekking, danza contemporánea, expresión corporal. Y los viernes gimnasia, yoga y folklore, y los sábados practico tejo. "Voy y vengo todo el tiempo. Los sábados a veces atiendo a mis clientes un poco pero bueno igual trato de dedicarme ese día un poco a la casa, pero casi siempre tengo cumpleaños los fines de semana o me encuentro con un grupo de amigos donde somos casi 30 de juntaros dos veces al mes, donde hay todas las edad. yo soy siempre la mayor", dice entre risas.

Superó una infancia difícil y decidió vivir sin barreras: a los 82 años trabaja, practica zumba, folklore y 5 deportes en la semana
Superó una infancia difícil y decidió vivir sin barreras: a los 82 años trabaja, practica zumba, folklore y 5 deportes en la semana

Cualquiera que conoce a Florinda se sorprende por su vitalidad y fuerza, su cuerpo pareciera no haber vivido 82 años, no tiene ninguna enfermedad y no toma ninguna medicación "hace poco me hicieron los análisis y salió todo bien de vitaminas, colesterol". Reconoce que se cuida en las comidas, mucha fruta y verdura, y hay días en los que solo come frutas. 

Y tiene un secreto para activar en casi todas las mañanas "como cinco nueces por día con manzana rallada en el desayuno. Me cuido mucho, tengo algunas dolencias pequeñas en la rodilla porque tengo 12 puntos cuando me caí en el 2022, pero yo sigo y ahora empecé con trekking,  el médico me dice que estoy loca por todo lo que hago".

Pero para Flori lo importante es que estar activa todos los días la lleva a estar bien "para mi es el optimismo y el amor a la vida lo que motiva, y por estar rodeada del amor de mi familia mis hermosos nietos, mi hijo y mi nuera y de buenas personas como el circulo de mis amigos, y por que siempre estoy al lado de quien necesita una ayuda sin hacer ninguna diferencia, creo que venimos a este mundo a dar amor".

Superó una infancia difícil y decidió vivir sin barreras: a los 82 años trabaja, practica zumba, folklore y 5 deportes en la semana

“Yo me siento libre, amo todo lo que dios no ha puesto, disfruto todo, cuando hay luna llena me pongo en el balcón de mi casa con mis manos mirando hacia la luna cierro los ojos para cargarme de energía.  Siempre tuve mucha energía positiva, es fundamental. Y cuando me siento mal pongo música y eso me cura, la música me salva. Mi vida fue llena de rosas pero con espinas y recién ahora estoy viendo el perfume de esas flores, estoy disfrutando la vida siempre me la hice linda yo a mi vida”, reflexionó. 

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