Su perro hizo caer a un motociclista y después de un fallo deberá pagarle $32 millones
El dueño dejó a su perro dogo suelto, y el animal cruzó la calle corriendo. Un motociclista lo esquivó y cayó al suelo, sufriendo varias heridas.
El dueño de un perro que causó la caída de un motociclista, quien sufrió fracturas en su brazo izquierdo y una incapacidad permanente del 20%, fue condenado a pagar una indemnización de 32.619.347,40 pesos, más los intereses correspondientes. Este fallo, dictado por la jueza Natalia Costanzo, del Juzgado Civil, Comercial, Minería y Sucesiones de Choele Choel, aún no es definitivo y podría ser apelado.
El accidente ocurrió el 22 de diciembre de 2021, cuando la víctima, un joven de 26 años, circulaba por la céntrica calle Avellaneda de la ciudad de Choele Choel, en la provincia de Río Negro. En ese momento, fue embestido por un perro de raza Dogo, de gran tamaño, que había salido de una vivienda cercana.
La caída le provocó una fractura de radio y cúbito en el antebrazo izquierdo, lo que requirió atención médica en el hospital local y una posterior intervención quirúrgica en el hospital de General Roca, donde le colocaron placas y clavos para estabilizar la fractura. Además, el motociclista tuvo que recibir asistencia psicológica debido al trauma.
Pese a sus esfuerzos por llegar a un acuerdo en una mediación, el demandado no aceptó el arreglo, lo que llevó a la víctima a presentar una demanda por daños y perjuicios. En su reclamación, solicitó una indemnización de 7.323.767,73 pesos, o la cantidad que se determine en el juicio.
El joven argumentó que no había dudas sobre la propiedad del perro por parte del demandado, quien, según testimonios y pruebas fotográficas, vivía en una casa sobre la misma calle y paseaba al animal en varias ocasiones. Además, destacó una particularidad de la mascota: una marca negra en el lado izquierdo de su hocico, lo que facilitaba su identificación.
En su defensa, el acusado negó ser el propietario del perro y rechazó cualquier responsabilidad. Alegó que no tenía propiedades en Choele Choel, sino en Lamarque, y que no poseía ningún perro. También intentó desvirtuar el relato del motociclista, señalando que no había pruebas suficientes, como un relevamiento policial o pericial, que confirmaran los hechos tal como los describía la víctima.
Según su versión, el accidentado simplemente quería que alguien asumiera los gastos derivados del incidente y sostenía que el joven era el único responsable de su caída por conducir de manera imprudente.
Sin embargo, tras evaluar las pruebas presentadas, la jueza Costanzo consideró que no cabía duda de que el demandado era el dueño del perro. Las fotos presentadas por el motociclista, que lo mostraban junto al animal, fueron confirmadas por varios testigos, incluidos empleados de comercios cercanos. Además, la declaración de una vecina resultó clave: la mujer, que había sido arrendadora de la propiedad donde residía el acusado, afirmó que el hombre vivió allí entre 2020 y 2021 y que frecuentemente paseaba a su perro Dogo, un animal de gran tamaño y color blanco.
Lo más importante para la jueza fue el testimonio de la vecina, quien aseguró haber presenciado el momento del accidente. La mujer detalló que el perro cruzó la calle y que el motociclista, al intentar esquivarlo, perdió el control de su moto, cayendo al suelo y sufriendo la fractura. También afirmó que vio al acusado en el lugar de los hechos, quien, al percatarse de lo ocurrido, entró rápidamente en su casa con el perro, una actitud que la vecina interpretó como un "abandono de persona".
Con base en estas pruebas, la jueza concluyó que el accidente fue causado por la intervención del perro y, por lo tanto, consideró al demandado responsable de los daños. En cuanto a la cuantificación de la indemnización, la jueza tuvo en cuenta los gastos médicos, los daños físicos sufridos por la víctima, la incapacidad permanente del 20%, así como los perjuicios psicológicos, que requirieron tratamiento especializado. De este modo, se fijó la indemnización total en 32.619.347,40 pesos, más los intereses, además de las costas del proceso y los honorarios de abogados y peritos.
