En una gesta histórica para el deporte neuquino, Marcos Acuña, conocido cariñosamente como "El Huevo Zapalino", se consagró campeón del mundo en el estadio de Lusail, en Doha, Qatar. Este hito marca un logro sin precedentes en la historia del deporte regional y lo posiciona como el deportista más destacado de la Patagonia.

Acuña ya había dejado una marca imborrable al participar en dos Mundiales anteriores, siendo parte crucial del equipo argentino en Rusia 2018. Sin embargo, esta vez elevó su hazaña al máximo al no solo jugar cada partido como titular, sino también alzando la codiciada Copa del Mundo junto a Lionel Messi, un momento que quedará grabado en la memoria de todos los amantes del deporte en Neuquén.

Un mural del "Huevo" en Zapala, Neuquén.
Un mural del "Huevo" en Zapala, Neuquén.

El zapalino, que ya se había consagrado como una figura destacada al obtener la Copa América el año pasado, añadió un nuevo capítulo a su leyenda. A pesar de perderse el partido de semifinales contra Croacia debido a una suspensión, regresó en la final para brillar en el segundo tiempo, consolidándose como una de las figuras del equipo argentino.

El fervor por el fútbol en Argentina otorga un lugar único a sus héroes, y alcanzar la cima en el torneo más importante del mundo lo eleva a Acuña a una posición sin igual. Este 18 de diciembre de 2022 será recordado como un día inolvidable para el Huevo, marcando su nombre como el más grande en la rica historia del deporte neuquino. Acuña inició su carrera en Don Bosco de Zapala y hoy brilla en Europa.

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