COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – El integrante del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA Juan Ignacio Bonfiglio informó que incorporaron nuevos métodos para medir la pobreza y aparte de tener en cuenta los ingresos, tal como lo realiza el INDEC. También se basan en “un conjunto de necesidades asociadas a derechos que tienen que ver con educación, alimentación, etc” debido a que si se consideran sólo los ingresos económicos “no sabemos si alcanza para cubrir realmente un conjunto de necesidades básicas”, explicó.
Bonfiglio remarcó que “el informe que se presentó tiene como objetivo aportar dos medidas nuevas de pobreza. El objetivo es contribuir a la discusión de la medición de la pobreza y a pensar de qué hablamos cuando se plantea erradicar la pobreza”.
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“Las cifras en general ponen en evidencia datos vinculados a pobreza por ingresos, es decir que esta medida identifica como pobres a las personas que no llegan a cubrir el valor de una canasta básica con sus ingresos”, recordó.
Y agregó que “la referencia son los ingresos del hogar y es un criterio indirecto porque no sabemos si alcanza para cubrir realmente un conjunto de necesidades básicas”.
Por tal motivo, consideró que “lo que pretende aportar el informe son ideas que sirven para generar mediciones que tengan en cuenta no sólo los ingresos sino también un conjunto de necesidades asociadas a derechos que tienen que ver con educación, alimentación, etc. Estas medidas que proponemos incorporan estos elementos”.
Además, “es un primer avance sobre esta medida y algunas cuestiones deberán reversé. Uno de estos trabajos está asociado en la medición que reconoce como pobres a los hogares que al mismo tiempo son pobres por ingresos, es decir que presentan carencias en algunas dimensiones como por ejemplo, un hogar donde hay muchas personas por habitación, o no tienen conexión a red de agua”.
Al respecto, indicó que existe un déficit de salud en un 24 o 25 por ciento y podría deberse “al incremento en el precio de medicamentos y al mismo tiempo puede haber incidido el incremento del trabajo precario. A su vez, detalló que en el área de Educación se identificó que en 4 de cada 10 personas hay un menor de 4 a 17 años que no asiste a la escuela “o un adulto que no llegó a satisfacer un nivel mínimo de educación”, concluyó.
