“Los recuerdos que tengo de Comodoro son muy lindos, siempre embelesados te diría yo por el viento loco que hay en ciudad, donde predomina a pesar de esas olas y las rocas que sostienen esa capacidad de resistir”. Liliana Visser tiene 82 años y en su mente y su corazón mantiene vivo el recuerdo de Comodoro, aquella ciudad donde vivió con sus padres cuando era chica y donde su hijo se presentó este fin de semana. 

Su primogénito es Diego Frenkel Visser, el histórico vocalista de La Portuaria, la banda de rock fusión que la rompió entre 1989 y 2009 y que tuvo como máximo hits, “Selva”, aquella canción que buscaba “un oasis, donde nadar” en alusión al amor. 

Selva por La Portuaria e Hilda Lizarazu - Estudio 1

Frenkel hoy está en un mundo distinto, su carrera solista lo lleva por diferentes escenarios de Argentina difundiendo “Medusa”, su último disco, y también su libro, “A través de las canciones”. 

Así el viernes estuvo en la Feria Internacional del Libro de Comodoro, un mega evento que durante 10 años reúne a miles de personas. 

El cantautor presentó su libro y contó parte del vínculo que tiene con esta ciudad, gracias a Lili, su madre, quien supo inculcarle el amor por la Patagonia.

Diego Frenkel el viernes se presentó en la Feria Internacional del Libro de Comodoro.
Diego Frenkel el viernes se presentó en la Feria Internacional del Libro de Comodoro.

Previo a la charla, Frenkel dialogó con ADNSUR y admitió que está no era una visita más. “Esta vez hay algo especial. Lo interesante es que yo fui muchas veces a Comodoro a tocar con La Portuaria, creo que toque en dos aniversarios y me volví un asiduo concurrente. Pero hay un vínculo con la ciudad, porque en realidad mi mamá nació en Comodoro, es originaria de la Patagonia y eso lo cuento en el libro, así que no es una visita más”.

Frenkel en varias oportunidades tocó en la ciudad. Sin embargo, su primer recuerdo data de cuando era chico y vino con su madre a conocer la estancia de Río Mayo, donde ella pasó parte de su vida. Él no olvida esos días bien patagónicos. “Tengo un recuerdo vago de esa visita. Me acuerdo que fuimos a una estancia en Río Mayo que estaba bien para adentro y después de haber estado en el Hotel Colón. Pero la realidad es que la ciudad siempre está presente en esa cuestión de relatos de mi madre y dónde fue su origen. Y a mi siempre me llamó mucho la atención, principalmente cómo los pobladores llegaron a ese lugar que en ese momento sería muy desolado”.

Frenkel junto a Liliana, su madre, quien le transmitió su amor por Comodoro, Rada Tilly y la Patagonia.
Frenkel junto a Liliana, su madre, quien le transmitió su amor por Comodoro, Rada Tilly y la Patagonia.

EL AMOR POR COMODORO

Como dice Frenkel su historia y su vínculo está en los relatos de Lili. Con 82 años su madre recuerda momentos, lugares y sensaciones de un lugar donde fue feliz. 

“Yo nací en 1940 y recuerdo parte de mi infancia y mi adolescencia en Comodoro”, dice desde Buenos Aires a ADNSUR. “Los recuerdos que tengo son muy lindos porque amo Comodoro, como amo la arena de la playa maravillosa de Rada Tilly. Me acuerdo que vivíamos ahí cuando hacía calor y cuando hacía frío íbamos a admirar el mar. El viento no nos impedía salir, eramos chicos y jugábamos con el mar, y cuando éramos adolescentes dábamos la vuelta al perro en lo que era la ciudad, porque Rada Tilly era algo ajeno que usaban pocas personas, ahora me dicen que es distinto”, menciona.

Lili junto a sus hijos y su madre.
Lili junto a sus hijos y su madre.

Liliana vivió parte de su infancia y su adolescencia en Comodoro. A los 10 años, su padre, que se dedicaba a la compra y venta de lana, decidió mudar la familia a Olivos, Buenos Aires, y continuar ligado a la ciudad en forma comercial y familiar, principalmente en aquellos días de verano, algo que Lili no olvida. 

“Íbamos todas las vacaciones, nos mudamos pero nuestra esencia era Comodoro. Ayer cuando me dijeron de la entrevista hablé con mi hermana y recordamos muchos momentos: ese sol y esos cielos despejados, y los atardeceres en verano con cielos intensos. Eran maravillosos. También la vuelta al perro que para nosotros era tan importante”, dice en alusión a los paseos por el centro.

La mujer guarda los mejores recuerdos de la ciudad, como también de su padre, Gerardo Jorge Visser y Luisa, su madre. Admite que con ella los recuerdos son más vividos, porque él se fue temprano de este mundo. Quizás por eso, siente tanto amor por Comodoro, aquella ciudad donde vivió junto a su padre, su madre, y su hermana, María Cristina.

El padre de Liliana se dedicó a la compra y venta de lana de oveja, entre otras actividades. Foto: Archivo familiar.
El padre de Liliana se dedicó a la compra y venta de lana de oveja, entre otras actividades. Foto: Archivo familiar.

Lo cierto es que Lili siempre quedó unida a esta ciudad del sur de la Patagonia, no solo por su familia, sino también por su hijo, quien vino a Comodoro a tocar en reiteradas oportunidades. 

Cuenta la mujer que en la década 90 tuvo su última visita y admite que le gustaría repetirla. 

“Me encantaría volver a ese lugar que tanto ame. Me acuerdo de muchas cosas; Del cerro Chenque porque íbamos a veces a ver la ciudad; siempre con auto y siempre con viento. También de Caleta Córdova que es precioso. Me acuerdo que comíamos los mariscos más ricos del universo, especialmente la centolla. Y por supuesto no me olvido de Rada Tilly. Es más me asombra y me enoja cuando hablan de Rada Tilly y Comodoro como que sean cosas distintas, porque el paraíso de Comodoro es el Comodoro en sí mismo, y Rada Tilly la playa”, dice Liliana con los recuerdos de una época pasada, el Comodoro de antes que todavía algunos recuerdan y donde vivió sus años más felices, aquellos que su hijo trajo a la memoria, en un nuevo paso por la ciudad, esta vez en una feria del Libro, un evento que llegó para quedarse. 

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