Canjea changas por juguetes y comida para los chicos de su barrio
Ramón Contreras vive en la pobreza y no tiene trabajo fijo, pero se desvela para que no le falte un plato de comida ni diversión a los niños más desprotegidos de su barrio. Por su labor solidaria fue elegido Ciudadano Destacado de Río Cuarto.
El hombre se crió al lado del río. Tenía 9 años cuando tuvo que dejar el colegio y salir a cirujear, para “tener algo que comer”. Eran cuatro hermanos por parte de su madre y nueve en total.
Ramoncito sabe lo que quiere para los niños. “Siempre les digo que no se tienen que pelear. Si uno es rubio y otro negro, si es gordo o petiso, no importa, da lo mismo, porque hay que acordarse que todos tenemos un corazón adentro. Si no recibimos a Dios, por ahí recibimos a quien nos lleva por un camino feo. Yo quisiera que todos los chicos tengan una vida linda, sana, y que no haya discriminación, que salgan adelante”, afirma, entre la ilusión y la convicción.
Mónica, su esposa, a quien le pidió casamiento en un recital de Ulises BuenO, cuenta que todo empezó hace unos dos años, cuando a Ramón se le ocurrió que saldría a cortar pasto a cambio de un juguete, así podría reunir regalos para repartir en Navidad a los más desprotegidos del sector.
Con voluntad y un humilde carrito con herramientas, golpeó puertas, casa por casa, y logró su cometido. Pese a su humildad, logró que el “niñito Dios” y los Reyes llegaran a un millar de chicos en uno de los sectores más vulnerables de la ciudad.
Los vecinos aseguran que “siempre está para quien lo necesita”. Cuentan por ejemplo que, en pleno invierno, llegó a donar su única estufa a una familia que vivía en condiciones más precarias. Quizás, por esa razón en diciembre de 2018 fue elegido Ciudadano Destacado de Río Cuarto, en un concurso del canal 13 local.
Ahora Ramón va por más: planea también hacer un evento, conseguir artistas solidarios y armar un show para pedir útiles escolares a cambio de la entrada.
