A 5 años del temporal en Comodoro, comenzaron los trabajos en una calle del barrio Juan XXIII
La calle Juana Azurduy fue una de las afectadas por las lluvias que azotaron a la ciudad en marzo del 2017. Carlos Carrizo, un vecino del barrio, recordó -en diálogo con ADNSUR - aquellos momentos vividos. "Era todo barro, salías a recorrer a las 20 horas y parecía un cementerio", dijo. Y pidió que se realicen las obras para evitar que se repita una inundación.
El barrio Juan XXIII fue uno de los barrios más golpeados por el temporal de lluvia que azotó a Comodoro Rivadavia en marzo de 2017. Las casas bajo el agua, las calles con barro cubriendo todo a su paso con más de un metro de altura y las calles totalmente destruidas.
Este martes 29 de marzo se cumplen 5 años de la primera lluvia que afectó a la ciudad. Hay calles que fueron pavimentadas en los últimos años e incluyeron un recambio de cañerías en el barrio Juan XXIII, pero una calle que había quedado pendiente era Juana Azurduy.
Allí había una gran cantidad de pozos, se había perdido gran parte del pavimento y su mal estado hacía que los vecinos optarán por transitar por otras zonas para evitarla.
Finalmente ayer lunes - tras 5 años de espera - los vecinos vieron el inicio de la obra de repavimentación. En el lugar hay máquinas viales que se encuentran retirando el asfalto dañado y las calles que cruzan Juana Azurduy se encuentran cortadas en distintos tramos.
"ERAN MONTAÑAS DE TIERRA"
Carlos Carrizo, vecino del barrio Juan XXIII, recordó que por esos días “estábamos tapados en barro. Yo todos los días sacaba barro. Tu frente no podía tocar porque había un metro y un metro 50 de barro. Las quejas se las transmitimos al intendente pero no podíamos hacer más nada”.
“La primera lluvia fue de mucha agua y la segunda se empezó a mezclar con barro. Ya era barro que comenzó a taparnos. Siempre me quedó en la mente la tristeza de la noche. Vos escuchabas y escuchabas todo silenciado”, contó a ADNSUR.
Las calles quedaron totalmente intransitables por el barro acumulado que había dejado la lluvia. “Yo tenía que acompañar a una de mis hijas que trabajaba farmacia en Kennedy, lo hacíamos en 10 minutos antes, pero tras el temporal tardamos casi como una hora. Eran montañas de tierra. Tenía que andar con un palo de escoba. “Vos salías a recorrer a las 20 horas y parecía un cementerio", recordó.
Finalmente, el vecino afirmó: "Ojala que nunca más lo vivamos. Pedimos que se hagan las obras que se tengan que hacer para que cada vez que llueva no tengamos que estar preocupados”.