CAPITAL FEDERAL (ADNSUR) - En la Argentina de las malas noticias económicas un grupo de números azules sobresalen en la planilla de cálculo que elabora el equipo de Hacienda. Se trata de los resultados financieros que cosecharon los gobernadores en la primera parte del año.

Una serie de factores provocó que los jefes regionales tengan hoy mejores números fiscales que los que puede mostrar el propio Macri. Históricamente se encontraban en rojo y atados al guiño de la Casa Rosada para obtener fondos que les permitan sostener sus cuentas.

De hecho, las planillas que circularon en Gobierno la semana pasada muestran el resultado más holgado desde 2005, según detalla diario La Nación en un informe.

El Gobierno tuvo un resultado financiero (ingresos menos egresos, con el peso de la deuda incluido) rojo de $251.187 millones en los primeros seis meses del año. El número representa una mejora de 0,5%, pese al quebranto.

El gran ajuste, en cambio, ocurrió en las provincias. Sin incluir a La Pampa y San Luis, que no firmaron el acuerdo fiscal con el Gobierno, pasaron de un rojo de $36.696 millones en el primer semestre del año pasado a números azules por $38.578 millones hasta el 31 de junio último.

"Hay varias razones. La recaudación fue buena en el primer semestre, por encima de la inflación. Y para todas las provincias menos Córdoba, Santa Fe y San Luis rige una devolución de 3 puntos de la coparticipación por año. También hay un crédito de la ANSeS", explicó el ministro de Finanzas cordobés, Osvaldo Giordano.

Macri y su equipo intentarán convertir esa gestión de los caudillos en su propia fortaleza ya que, como dijo un funcionario que talla en el ajuste, no es lo mismo recortar con provincias pobres que con provincias con dinero.

Los gobernadores que ahorran fondos, clave para Macri: ¿Quiénes son?

Desde la mirada de Casa Rosada, los jefes regionales no pueden decirle a sus habitantes que no tienen plata para hacerse cargo de las cosas que Nación deja en el camino para cumplir el acuerdo con el FMI, en especial el año próximo.

La afirmación anterior, cuestionable desde el punto de vista de las carencias sociales, de infraestructura, entre otras, se sostiene en las planillas fiscales.

El Presidente necesita que las provincias se hagan cargo por gastos (entre subsidios y obras) por $100.000 millones el año próximo, de los cuales cree haber convencido a los gobernadores de cubrir al menos $80.000 millones. Es un paso clave para alcanzar el año próximo un déficit primario de 1,3% del PBI, como se acordó con el FMI.

Los gobernadores tienen más plata que el año pasado por diversos motivos. Sus ingresos crecieron 34,8% en el semestre, muy por encima de la inflación promedio, del 26%, mientras que los gastos escalaron menos, en orden del 23,1 por ciento. La diferencia es de 12 puntos. Tienen más recursos en términos reales y la depreciación de la moneda colaboró con la licuación de sus gastos, en especial el relacionado con salarios.

Casi todos mejoraron su contabilidad en el primer semestre. En la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, María Eugenia Vidal pasó de un rojo de $14.805 millones a cosechar $2.455 millones, y Horacio Rodríguez Larreta cambió un quebranto de $7000 millones por un saldo a favor de $11.443 millones. Pero deberán hacer frente a subsidios a la energía, el transporte y el agua que hasta ahora pagaba Nación.

Santiago del Estero, bajo el mando de Gerardo Zamora, está lejos de figurar entre las provincias más ricas del país, pero pasó de $1230 millones a $5603 millones. El propio Macri celebró esa cifra.

La situación es similar en los casos de Juan Manuel Urtubey (Salta), Luis Manzur (Tucumán), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Lucía Corpacci (Catamarca). Incluso Alicia Kirchner (Santa Cruz), que enfrenta una situación social compleja, redujo en $2243 millones el rojo.

Pese a la mejor situación de este año, tanto las provincias como Hacienda descartan que en 2019 el interior tendrá menos recursos. En parte, eso se debe a la eliminación del Fondo Federal Solidario, que distribuía de manera automática una parte de las retenciones a la exportación de la soja.

La Nación consultó en un despacho público por qué un gobernador debería ceder recursos que le pide la Casa Rosada. Nadie duda de que Macri cumplirá con las metas fiscales del año próximo. Puede ocurrir de manera desordenada (por ejemplo, suspendiendo partidas para las provincias) u ordenada, que implica que ambas partes se pongan de acuerdo, dijeron.

Fuente: La Nación/Por: Pablo Fernández Blanco

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