El impacto del resultado en Chubut: el triunfo de Massa que reposiciona a Arcioni y un balotaje que pone en una encrucijada a Torres
El actual gobernador se empodera con el éxito de su referente político, mientras que el mandatario electo deberá evaluar si se juega por alguno en el balotaje, en función de la conveniencia para la provincia a futuro.
La primera lectura del resultado de la elección nacional con una lupa chubutense deja dos comentarios: primero, que la victoria de Sergio Massa es también un triunfo para Mariano Arcioni, su principal aliado en la provincia y referente de su espacio político; segundo, que el gobernador electo, Ignacio Torres, está obligado a tomar una definición respecto al balotaje que se avecina el próximo 19 de noviembre, integrando una coalición cuya continuidad está en duda.
No es novedad el vínculo que une a Sergio Massa con Mariano Arcioni: ambos se conocen desde la época en la que estudiaban en la facultad y mantienen hace décadas una amistad que devino en una sociedad política. El tigrense siempre apoyó la gestión del mandatario traccionando ayuda económica, y el chubutense le armó el Frente Renovador a nivel provincial.
Ya en 2018, en una entrevista con Canal 12, Arcioni afirmaba que su candidato ideal a la presidencia era Massa, y el ahora Ministro de Economía viralizó esas declaraciones en su momento. Luego en junio de 2019, Massa viajó hasta Comodoro para acompañar a su amigo en los festejos por el triunfo en las elecciones provinciales.
Arcioni fue uno de los gobernadores que presionó hace un año atrás al gobierno de Alberto Fernández para que Massa sea el ministro de Economía, y en la mesa chica con Juan Pablo Luque y Ricardo Sastre, siempre había propuesto la idea de que Chubut debía votar en conjunto con Nación porque iba a haber un candidato fuerte con la figura de Massa.
Incluso en algún momento, Arcioni había deslizado la idea de convocar en Chubut el 19 de noviembre, para votar en conjunto con el balotaje, una idea que en su momento sonó descabellada, pero que hoy parece tener su lógica con el diario del lunes.
EMPODERADO
Estos antecedentes muestran por qué Arcioni es el principal referente de Sergio Massa en Chubut, figura a la que ahora se agrega José Glinski, quien tuvo el acierto de hacer una campaña pegada totalmente a la imagen del Ministro de Economía, lo que le valió ganar 40 mil votos entre las PASO y las generales.
La estrategia de Glinski de haberse pegado al responsable económico de un país con más de 100 % de inflación fue todo un riesgo en su momento, pero terminó siendo efectiva. Fue una campaña tradicional, en comparación con los candidatos de La Libertad Avanza que optaron por hacer una campaña apuntada a redes, en la esperanza de que el viento de cola de Milei iba a estirar la ventaja.
Volviendo a Arcioni, fue electo en la lista nacional de Unión por la Patria como representante al Parlasur, pero su futuro dependerá sin dudas del resultado del balotaje. Ante la especulación de un posible triunfo de Massa como presidente, es difícil imaginarse al gobernador de Chubut en ese rol parlamentario, y no es alocado pensar que quizás pueda ser convocado para colaborar en un posible gabinete.
Sea cual fuere el lugar que ocupe Arcioni en lo institucional, si Massa llega a ser presidente en diciembre, no sería raro que el escribano comodorense pueda convertirse en nexo presidencial en Chubut, y uno de los principales interlocutores ante el gobierno de Ignacio Torres, a la hora de gestionar ayuda para la provincia.
Si Arcioni tiene la ambición de continuar haciendo política, y los resultados de 2023 hasta aquí no le habían sido favorables, los números de este domingo 22 de octubre lo volvieron a poner en escena. La figura de Massa como nuevo referente nacional del espacio peronista es la mejor noticia que podría haber recibido.
ENCRUCIJADA
En el caso del gobernador electo, Ignacio Torres, el panorama que le dejó el resultado de este domingo no es el que esperaba. Primero, porque su espacio político de Juntos por el Cambio obtuvo un mal resultado que lo dejó afuera de la discusión y al borde de una explosión que podría poner en duda la continuidad del armado entre PRO y UCR.
Sin ir más lejos, la presencia de una lista con una candidata que nunca entusiasmó a los chubutenses, como Patricia Bullrich, junto a un candidato a diputado del extracción peronista y sindical, como Jorge “Loma” Ávila, hicieron que la boleta de Juntos por el Cambio que había logrado más de 117 mil votos con la imagen de Torres, tres meses después sacara apenas 70 mil, perdiendo un caudal de 47 mil votos.
Lo que deberá evaluar ahora el futuro gobernador es si conviene brindar el apoyo a alguno de los contendientes el 19 de junio, o mantenerse al margen. ¿Será una definición que tomará en soledad o en conjunto con los dirigentes nacionales de su espacio, como Mauricio Macri?
Hay un antecedente a tener en cuenta, y es que Torres fue uno de los pocos, junto a Macri y Patricia Bullrich, que defendían el ingreso a Javier Milei a Juntos por el Cambio. Siempre dijo que era positivo sumar a los libertarios y tenerlos incluidos como fuerza opositora.
Incluso el escenario político con Milei presidente no suena preocupante para alguien joven y pragmático como Torres, quien promueve la transversalidad a través de la Liga de Gobernadores de la Patagonia, provenientes de diferentes colores.
Ahora con el resultado del lunes, quizás Torres pueda hacer otra lectura y pensar en Massa como un dirigente con mucha experiencia en negociación política y conocedor de la realidad de Chubut, con quien pueda sentarse a hablar de las medidas de asistencia que se necesita una provincia asfixiada en materia económica.
Se abre un compás de espera de cuatro semanas hasta el 19 de noviembre, donde empieza un nuevo partido en el que todas las posibilidades están abiertas. Corren horas decisivas, de intensas negociaciones cruzadas. El destino del país y de la provincia del Chubut, dependerán del resultado final.