“Ellos (por la Cámara Penal) no respetan ni siquiera la mismísima Corte que ordenó que busquen a mi hijo y que pongan todos los medios necesarios para que den con el paradero de Iván y estos genocidas digan dónde tienen a mi hijo”. Destacó que nunca se actuó de acuerdo al fallo y que al joven no se lo buscó negándose a reconocer esta nueva instancia procesal. “Quisiera preguntar quién es el querellante. Porque yo no estoy y nadie me puede pasar por alto. La madre de Iván Torres está viva, sigo reclamando. No solamente lo rechazo sino que los voy a denunciar más”.

“Primero –enfatizó Millacura- que me devuelvan a mi hijo ya que dicen que está privado de su libertad. Yo pido que me digan dónde está para que pueda ir a verlo. O que me lo traigan. Recién ahí, cuando Iván esté a mi lado habrá un juicio. Este es mentiroso, una burla para nosotros”.

La madre del joven chileno que desapareció el 2 de octubre de 2003 en cercanías de una heladería en la zona de la Costanera insistió en objetar la tarea de la jueza federal Eva Parcio como de altos jefes de la fuerza que habrían intervenido en el hecho. “No esperen que le tire con flores a la jueza. Tendrían que removerla de su cargo. Yo la denuncié muchas veces para que la apartaran del caso. Me dijo en dos ocasiones que mi hijo “lloraba por volver”. Me gustaría que venga ella a citarme y a decirme dónde está”.

Y lamentó que el actual juicio oral y público se sustancie con el propósito de que “nadie vaya preso” y no se determinen responsabilidades. “Este juicio lo hacen a pedido de Tillería; de Bustos, de Ferradas que era jefe de la Unidad Regional y del exjuez Herrera entre otros. Yo quiero presos a los verdaderos responsables”.

Millacura indicó que el incumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana impide que el caso se cierre. “Jamás dejaré de denunciar. Es más, si se extiende más de tres o cuatro días voy a ir a prender cubiertas donde se hace el juicio. Y que alguien salga a decirme algo. Quiero a mi hijo. Cuando Iván venga, habrá un juicio pero ahora es una mentira, todo engaño y falsedad. En un juicio se necesitan los acusados y la parte querellante. Dónde están o acaso hablarán con los papeles. Yo no autoricé a nadie”. Reconoció mantener un contacto fluido con la Comisión Interamericana y representarse a sí misma ante la imposibilidad de afrontar los honorarios de los profesionales del Derecho que la asistan.

“Las chicas que trabajaron en el caso, Heredia y De los Santos son abogadas y necesitan vivir, comer y yo no les puedo pagar. El corazón que tienen esas mujeres no lo tiene cualquiera porque llevaron el caso sin haber cobrado un solo peso". 

Fuente: Jornada 

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