BUENOS AIRES - Operadoras petroleras evalúan un acuerdo para bajar el precio del petróleo en el mercado interno, según trascendidos tras una cumbre que se realizó la semana pasada, lo que de concretarse tendría varias derivaciones. Por un lado, las empresas buscan disminuir la sobre oferta de crudo que hay en el mercado interno, lo que se ve potenciado por la compra de petróleo en el mercado internacional a precios más bajos que la referencia que se aplica en el país. Por otro lado, las provincias sufrirían el impacto por una menor percepción de regalías, al aplicarse sobre un precio más bajo.

Según consigna un informe de El Inversor Online, del encuentro de la semana pasada participaron el encuentro participaron los máximos referentes del upstream como YPF, Pan American Energy (PAE), Chevron, Petrobras y Pluspetrol y del segmento de refinación, con Shell y Axion Energy a la cabeza.

La raíz del problema es que, a consecuencia de la crisis, externa e interna, sobra petróleo en el mercado interno. Por ello, se busca reducir las importaciones de crudo, que se compra al mercado externo a un precio más bajo que en el interno. Y paralelamente, acordar un precio interno menor para el barril, de manera de alinearse con la banda cercana a los 50 dólares en que hoy cotizan los distintos tipos de crudo.

De avanzarse en esa dirección, el mayor impacto hoy lo sufriría la provincia de Neuquén. Esta no sólo se beneficia actualmente con el precio más alto del mercado (67,50 dólares por barril), sino que es la que abastece prioritariamente al mercado interno para la elaboración de combustibles.

Desde esa perspectiva, el impacto sería menor para Chubut, aunque igualmente problemático. Es que su precio interno, a 54,90 dólares, está más cera de la referencia internacional, que ha venido subiendo más o menos sostenidamente desde la última semana de febrero y podría llegar a estabilizarse en los 50 dólares. Igualmente, por ser la provincia que exporta una tercera parte de su producción, esta provincia es la más perjudicada por los bajos precios del mercado internacional.

Lógicamente, una baja en el precio impactaría directamente sobre las cuentas provinciales, que perderían aún más ingresos por regalías. La otra opción de las operadoras (y a la que parece más cercano filosóficamente el gobierno nacional) parece ser peor: que se libere totalmente el mercado y puedan comprar crudo barato en el mundo, hoy, significaría reducir prácticamente a cero la producción en los yacimientos del país.

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