RUSIA - Nikita tiene sólo 12 años, y en minutos perdió a su madre y sus dos hermanos, asesinados por su padrastro en Mendeleevsk, Rusia. El niño logró escapar de la matanza y pidió ayuda en una panadería. Cuando la policía llegó al hogar, el agresor ya no estaba, aunque fue detenido horas después.
Ocurrió el pasado miércoles cuando Ainur Harisov, de 41 años, volvió borracho a la vivienda que compartía con una mujer de 38 años, los dos hijos de esta -Nikita y un joven de 19 años-, y el bebé de 2 años que tenían en común.
En medio de un ataque de celos -como el agresor confesaría más tarde al ser detenido- apuñaló hasta la muerte a su pareja y también al joven de 19 años -hijo de la mujer- cuando intentó defenderla.
Al presenciar esta escena, Nikita corrió a la habitación donde estaba su hermanito de 24 meses para protegerlo, pero fue perseguido por su padrastro y obligado a escapar por una ventana, según explica el diario ruso THB.
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Nikita llegó a una panadería, donde una trabajadora y varios clientes trataron de tranquilizarlo y llamaron a la Policía.
Al llegar los servicios de emergencia al domicilio familiar, el agresor había desaparecido, la madre de Nikita y su hermano mayor estaban muertos, y el pequeño falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital.
Cuando más tarde las fuerzas de seguridad detuvieron a Harisov, confesó haber matado a su pareja, el hijo de esta y el bebé que ambos tenían en común "por celos".