El Ministerio Público Fiscal solicitó la apertura de investigación para una causa que involucra a un policía en un hecho de tortura agravada. 

En la audiencia desarrollada en sala de oficina judicial en Trelew participaron la Jueza María Tolomei y estuvo como parte querellante desde el área de violencia institucional Carlos Pericich, mientras que la defensa fue ejercida por el abogado José Ferreira.

Durante la audiencia, la fiscalía solicitó la apertura de investigación pero además argumentó sobre los riesgos de fuga y entorpecimiento para pedir la prisión preventiva de Gauna, situación a la que se opuso la defensa. 

Tras escuchar a las partes la doctora Tolomei consideró que no estaban dadas las condiciones para dictar una medida de coerción, pero sí determinó que se le retire al policía el arma reglamentaria y además ordenó que se envíen las comunicaciones respectivas al área correspondiente de la policía de la provincia para que evalúen la posibilidad de sumario que pudiera corresponder en la persona de Oscar Gauna, quien actualmente se estaba desempeñando en el instituto penitenciario provincial.

El hecho ocurrió el 6 de mayo de 2020 en un sector del barrio Constitución de Trelew. Federico Mansilla y Gustavo López escucharon detonaciones y se encontraban sentados sobre una casilla de gas, advirtiendo que a metros del lugar se hallaban miembros de la policía. 

Según informó Jornada, en dichas circunstancias que ven pasar corriendo a un efectivo gritando a un joven que se arrojara al suelo. Segundos después, los funcionarios policiales sin justificación alguna arremetieron contra las dos personas y los pusieron contra la pared produciéndose un forcejeo, donde golpean a Mansilla en sus costillas después de tomarlo por la nuca. 

A raíz de los ruidos el abuelo de uno de ellos despertó y se acercó a observar lo que sucedía en el exterior. Cuando divisó la situación les pidió a su nieto y al amigo que se metan al interior de la casa, logrando que momentáneamente el personal policial desista de su accionar. 

Luego de ese primer incidente, cerca de las 6,30 uno de los empleados policiales golpeó la ventana del departamento y al grito de “salí rastrero” hizo que los jóvenes abrieran la puerta. Ante esta situación el abuelo de López se retiró rápidamente del domicilio con dirección a la dependencia policial a fines de dar cuenta sobre lo que estaba pasando y explicar que los jóvenes no tenían nada que ver con lo ocurrido. 

A los pocos minutos que este hombre se retirara de la vivienda, personal policial ingresó reclamando la entrega de un supuesto televisor robado. Es en ese momento en que Federico Mansilla es golpeado en el rostro, la espalda, los testículos y diferentes partes del cuerpo con piñas, patadas y con la culata de una escopeta por un grupo de al menos cinco policías, causándole numerosas lesiones que fueron certificadas en el hospital de esta ciudad, donde permaneció internado hasta el día siguiente. 

En el salvaje ataque, el oficial de servicio acusado le asestó en el comedor del departamento, entre el calorama y el sillón, numerosas patadas en la zona de los genitales a Federico Mansilla en momentos en que éste se encontraba inclinado hacia adelante. Luego se le acercó y con su arma reglamentaria que tenía en una de sus manos le apuntó a la cabeza y le refirió que se arrodillara y le pida perdón. 

Todo ello ocurría ante la atónita mirada del amigo, que se encontraba acompañado en el interior de la morada por su esposa, una amiga y su pequeña hija. En razón del violento hecho que estaba ocurriendo y ante el temor de sufrir lo mismo, éste último decide escapar en momentos que los uniformados se distrajeron. 

Luego de la brutal golpiza el policía acusado junto al resto de efectivos se marchan del lugar, dejando a Mansilla lesionado en el departamento, siendo socorrido por los restantes ocupantes. Como consecuencia de la violencia desplegada, Federico Mansilla sufrió diversas lesiones, entre ellas la pérdida de dos piezas dentarias, lesiones en uno de sus ojos, en la zona de la espalda y hernia en zona genital, por lo que permaneció internado por casi ocho horas.

En el estado inicial de la causa, el Ministerio Público Fiscal califica a la causa por el delito de tortura agravada al haber causado lesiones graves en la víctima, en concurso ideal con allanamiento ilegal, en calidad de autor, conforme a lo previsto en los artículos 144, 151, 54 y 45 del código penal. A cargo de la investigación permanecen el fiscal general Gustavo Núñez junto al funcionario de fiscalía Mauro Quinteros.

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