Tulio Mario Cares fue asesinado de 13 puñaladas el pasado 18 de abril - dentro del establecimiento "El Álamo", en la comunidad aborigen  "El Chalía" - cuando se opuso a que Alexis Cuyapel sacrificará a un perro que no le había obedecido.

Cuyapel fue sometido a la audiencia de control de detención tras permanecer prófugo casi 24 horas y le dictaron 3 meses de prisión preventiva, mientras se desarrolla la investigación por el homicidio.

Erica Cares, hija de Tulio, contó que los restos de sus padres fueron sepultados en la localidad de Aldea Beleiro, en medio de muestras de profundo dolor por su brutal e inesperada muerte.

"Era un hombre que vivía de las changas en el campo, porque no tenía un trabajo estable, nunca tuvo problemas con nadie”, relató.

Cuyapel fue detenido horas después escondido en un campo. Foto: archivo
Cuyapel fue detenido horas después escondido en un campo. Foto: archivo

Habló la hija de Tulio Cares: “En su último trabajo fue donde le pasó el hecho que le dio muerte”.

La mujer contó  que su padre no conocía ni tenía vínculo alguno con el homicida que lo atacó brutalmente. “Le hicieron la autopsia y se constató que le dieron 13 puñaladas", mencionó.

Y afirmó que  "nos costó vestir el cuerpo de tantas puñaladas que tenía, tuvimos que velarlo con la bolsa en la que se colocan los cadáveres. Fue algo muy feo para nuestra familia”.

Finalmente, Erica - en diálogo con Cadena Tiempo -  pidió justicia por la muerte de su padre que se desempeñaba como peón temporal.  "Yo lo único que pido es que esta persona pague por lo que hizo, la vida de mi padre no va a volver, me lo arrebató para siempre”, lamentó.

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