COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – Este martes a la noche, tras identificar a los delincuentes, allanaron sus domicilios pero no fueron detenidos. Serían los mismos que cometieron otros hechos de las mismas características.
El hecho ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Manuela Pedraza al 3.400, del barrio Juan XXIII alrededor de las 23:30 del lunes cuando la propietaria de la casa estaba a punto de acostarse y su marido miraba televisión en la sala.
Imprevistamente, ingresaron a la casa dos individuos armados por la puerta del fondo, por lo que se presume que ingresaron por algún patio lateral o de fondo ya que el frente está completamente cerrado con rejas.
Según informó Crónica, al momento de entrar, uno de ellos con un arma de fuego, sorprendieron al hombre al que atacaron con mucha violencia a culatazos, a la vez que le exigían la entrega de dinero.
Dos mujeres golpearon y le robaron la cartera a una señora
En ese momento la mujer que estaba en la habitación salió hacia la sala y al verlos comenzó a gritar fuerte, lo que aparentemente habría asustado a los delincuentes que prefirieron huir, llevándose a la pasada un celular que había a mano.
Los delincuentes obraron con mucha violencia y lastimaron al hombre en la cabeza. Actuaron con los rostros semicubiertos con pañuelos.
Las lesiones que sufrió el propietario de la casa no revisten gravedad.
Apenas ocurrido el hecho, los efectivos policiales efectuaron las diligencias de rigor, dándose intervención al personal de la División Criminalística que levantó varias huellas y a la Brigada de Investigaciones que colabora en la identificación de los sospechosos.
IDENTIFICADOS POR EL SISTEMA AFIS
Los delincuentes cometieron el descuido de dejar plasmadas sus huellas digitales en la puerta, lo que determinó que fueran levantadas por Criminalística y comparadas a través del sistema AFIS. Así se pudo establecer la identidad de los mismos.
Este martes a la tarde en la Seccional Quinta esperaban las órdenes de allanamiento y posiblemente de detención que había solicitado el fiscal general Heriberto Fitzsimons.
Uno de ellos es de apellido Gauna y reside sobre la avenida Lisandro de la Torre y calle Juana Azurduy y el otro, de apellido Pereyra, a quien procuraban ubicarlo en un domicilio de la calle Sargento García,-ambos en barrio Isidro Quiroga.
