Crimen Playa Kaiser: el acusado recusó a los jueces que lo condenaron por matar a un joven a puñaladas
El Tribunal había declarado culpable a Joaquín Soto por "homicidio con alevosía" contra Agustín Tesoro, a quien apuñaló de manera brutal en noviembre de 2019 para robarle una pc. Por ley, la única pena posible es la cadena perpetua y estaba previsto que se conociera este viernes.
Joaquín Andrés Soto, condenado por "homicidio con alevosía" y patrocinado por la abogada Gladys Olavarría, recusó a dos de las tres juezas que lo sentenciaron de manera unánime por el brutal crimen de Agustín Tesoro, a quien apuñaló siete veces para robarle una computadora. El asesinato ocurrió el 7 de noviembre de 2019 en la zona de Playa Kaiser, en Puerto Madryn.
El martes se realizó una nueva audiencia ante los jueces Marcelo Orlando y Horacio Yangüela, quienes rechazaron de manera contundente el planteo efectuado por la abogada defensora. Y dispusieron que continúe el trámite para concluir el debate.
La semana pasada, antes de cerrar la audiencia y una vez conocido el veredicto condenatorio, el imputado pidió la palabra y puso en duda la probidad del tribunal al vociferar manifestaciones agraviantes. Inmediatamente, el tribunal pidió a la Fiscalía que intervenga, a los efectos que estime corresponder. Y la abogada defensora –en base a los dichos de su cliente– recusó a dos de las juezas que condenaron a su cliente por el crimen bajo la carátula de "homicidio con alevosia", cuya única pena posible como está establecido en la ley es la prisión perpetua y se conocería este viernes 6 de mayo. La semana pasada la Fiscalía había solicitado perpetua.
EL CASO
El tribunal integrado por las juezas Patricia Asaro, Yamila Flores y Stella Eizmendi condenó a Soto como autor del homicidio de Agustín Tesoro, de 18 años, cometido el 7 de noviembre de 2019 en la zona de Playa Kaiser en Puerto Madryn. Esa noche, ambos se dirigieron en motocicleta hacia esa área. Una vez en el lugar, Soto le propinó una fuerte golpiza y le asestó siete puñaladas a Tesoro. Y luego huyó.
El veredicto condenatorio fue unánime y se basó, además de las 40 testimoniales, en las cámaras de seguridad y en las pericias de ADN que confirmaron la presencia de sangre de la víctima en prendas de vestir del condenado.
