CALETA OLIVIA - Matías Araujo, uno de los hijos de Rita Bejarano, asesinada por su pareja, habló de los momentos difíciles que viven al conocer durante el juicio los detalles del crimen. Se mostró de acuerdo con el modo en que se está desarrollando el debate y espera que el imputado sea condenado por homicidio, no por femicidio.

“Estamos pelando en esta instancia judicial para poder tener justicia para mi madre”, dijo Araujo, visiblemente conmovido al indicar que los testimonios y las pericias presentadas remueven el dolor de la familia.

“Vemos de manera favorable el modo en el que está actuando la Justicia, pero según lo que nos dicen nuestro abogados, vemos difícil el momento de la sentencia. Nos dicen que está complicado, a nosotros nos gustaría que den perpetua por homicidio, pero es difícil (una condena por femicidio) porque no hay denuncias previas de mi madre sobre violencia” y agregó que como toda ley nueva, “la de femicidio aún es difícil de aplicar”, afirmó en declaraciones a la emisora Frecuencia Patagónica. En tanto que este jueves se conocerán los alegatos y luego el tribunal dictará la sentencia.

SIN "PRUEBAS DIRECTAS"

El fiscal Carlos Rearte reconoció que no hay “pruebas directas” de que Cristian Angel cometió el homicidio de su ex pareja. Manifestó que se está escuchando en las audiencias a todos los testigos, los familiares de Rita Bejarano, el hijo, la hija, la hermana, para “tener un cabal conocimiento de la muerte y analizar las etapas previas de la investigación judicial. También se presentó como testigo el oficial de Policía que estuvo en el primer momento en este caso y también declararon las amigas de la mujer asesinada”.

Rearte comentó que las preguntas que él hizo “estuvieron focalizadas a conocer el vínculo y la relación con el imputado, y también para saber algunos aspectos relativos a la investigación inicial. Asimismo, habló una psicóloga del sistema judicial, quien dio a conocer el examen psicológico del imputado”. También contó que la causa vino de instrucción con la carátula de “Homicidio calificado por la relación de pareja” y que esa calificación podría ser cambiada “cuando se terminen de sustanciar las pruebas y los aspectos procesales y probatorios”.

De todas maneras, el letrado comentó que la causa “no es para nada simple”, ya que no hay “pruebas directas” de que Angel haya cometido el homicidio. “Sí hubo indicios, que en cierta medida fueron inclinando la investigación” para el lado del homicidio que habría cometido el acusado, pero el problema es que este no confesó haber sido el autor del crimen ante la Justicia. “Se sabe de una declaración (en la que habría reconocido haber matado a Bejarano), pero esa la hizo de manera extrajudicial, en una comisaría y la misma no tiene la validez suficiente”, aclaró Rearte. “La forma válida de una confesión es la que se hace delante de un juez y el imputado no la hizo”, reiteró en declaraciones al móvil de La Vanguardia del Sur en Radio Hora Prima.

El juicio comenzó el martes y estuvieron presentes hijos, hermanos y sobrinos de la víctima que tenía 48 años, como así también familiares y allegados del acusado, quien actualmente tiene 34. En primer lugar se realizó la lectura de elevación a juicio a requerimiento de la Fiscalía, en la cual se describieron los hechos ocurridos desde el 25 de octubre de 2014 -fecha en la que la docente Rita Bejarano desapareció- hasta el 10 de noviembre, día en que fue hallado su cuerpo. También se hizo alusión al 29 de noviembre, cuando Angel se presentó espontáneamente en una dependencia policial admitiendo ser el autor del asesinato.

El Tribunal está conformado por la juez Cristina de los Angeles Lembeye (presidente), Juan Pablo Olivera y Laura Vallebella, mientras que a cargo de la Fiscalía se encuentra Carlos Rearte. Durante la primera etapa de la audiencia, que se extendió hasta las 11:45 hs., el único imputado, sentado a la par de su abogado Marcelo Fernández, sólo se limitó a seguir con la vista el documento de la elevación a juicio y prácticamente no levantó la mirada. En tanto, los familiares de la víctima susurraron algunos insultos y no pudieron contener el llanto al escuchar la lectura del relato de los profesionales médicos, que dieron cuenta de los padecimientos de la mujer antes de ser asesinada.

En ese sentido, se reveló que evidenciaba golpes con elementos contundentes y manchas de sangre en el lateral derecho del rostro que habrían sido previos a la asfixia mecánica que provocó el paro cardiorrespiratorio que terminó con su vida.

OBSESIVO

Varias de las amigas de Bejarano, quien se desempeñaba como docente de apoyo escolar en el Centro Integrador Comunitario Virgen del Valle, coincidieron en las declaraciones realizadas en primera instancia: la víctima quería poner fin a la relación con Angel.

Justificaron esos dichos en que ella les había relatado varias situaciones en las que quedó en evidencia que el ahora imputado “era muy mujeriego” y que mantenía conversaciones a través de la red social “Badoo” con muchas mujeres. Además, dijeron que según lo que contaba Bejarano, él era “pesado, obsesivo, controlador y celoso”.

Durante el proceso se conocieron otros detalles del espeluznante caso, entre ellos que minutos antes de que Angel admitiera ser el autor del crimen se había reunido con dos de sus hermanos y la esposa de uno de ellos, de apellido Vallejos, a quienes les confesó “yo la maté”, mostrándose esta última sorprendida por “la tranquilidad con que lo dijo”.

Luego del cuarto intermedio, se sentó frente a los jueces uno de los hijos de la víctima (Matías Araujo), ante lo cual Angel solicitó salir de la sala y escuchar la declaración desde el salón de audio. Entre otras cosas, el joven relató entre sollozos que “le pedí que sea sincero conmigo si le había hecho daño a mi mamá, pero él me decía que no. Cuando me acompañó a buscarla a Comodoro Rivadavia, donde me decían que podía estar, él fue y volvió llorando, diciendo que estaba nervioso porque no sabía dónde estaba”.

MACABRO HALLAZGO

La docente, madre de cinco hijos, fue hallada sin vida el 10 de noviembre de 2014 por obreros que realizaban un tendido de fibra óptica en un descampado en inmediaciones del paraje La Lobería, ubicado a 35 kilómetros al norte de la ciudad de Caleta Olivia. El cuerpo estaba semienterrado en un zanjón en el kilómetro 1.872 y en avanzado estado de descomposición.

El 30 de noviembre a las 4:30 de la madrugada, Angel se presentó en las oficinas de la División Delitos Complejos de esa ciudad y confesó ser el autor del crimen, aunque en la tarde de ese mismo día -ante el juez de Instrucción Jorge Alonso y el fiscal Martín Sedán- se desdijo y alegó ser inocente.

Fuente: La Opinión Austral

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