COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) - Con el dictado de arresto domiciliario del imputado José Carrizo con prohibición de contacto como medida sustitutiva culminó la mañana del jueves la audiencia de revisión solicitada por la defensa en relación al homicidio de Jorge Andrés “el rubio” Martínez.
La defensora solicitó su libertad y subsidiariamente su arresto domiciliario hasta la audiencia preliminar. En contraposición la funcionaria de fiscalía se mantenga la prisión preventiva que viene cumpliendo Carrizo y se rechace la petición de la defensa.
En un primer momento la defensora pública, Cristina Sadino, solicitó la libertad de su patrocinado y subsidiariamente su arresto domiciliario ya que se han producido nuevas evidencias a evaluar en la causa. Como la declaración de un menor en Cámara Gesell, quien recordó que aquel día del hecho estaban discutiendo y el que provocó fue el que terminó apuñalado. Por ello la pena en expectativa debe variar en base a esta nueva evidencia, afirmó la defensora. La calificación jurídica podría ser de “homicidio cometido en legítima defensa” o bien “con exceso en la legítima defensa”.
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Es más fue una única puñalada, no hubo ensañamiento; “existió una agresión ilegítima no provocada por mi asistido y una falta de provocación” por parte de Carrizo. También recordó que su defendido no posee antecedentes penales por todo lo cual requirió su libertad con prohibición de mantener contacto con las víctimas y subsidiariamente su arresto domiciliario hasta la audiencia preliminar.
Por su parte la funcionaria de fiscalía, Eve Ponce, se opuso a la petición de la defensa sosteniendo que debe mantenerse la prisión preventiva que pesa sobre Carrizo. Acerca del relato del menor siempre existió una discusión y pelea previa.
Existen circunstancias objetivas en el video en el cual la víctima está con un palo y lo sostiene, pero hacia abajo. Se acerca Carrizo y primer lo desarma y luego le clava un cuchillo en el pecho. Del video no surge la circunstancia de la agresión de la víctima Martínez, al victimario Carrizo, en el momento que queda desarmado le asesta la puñalada.
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La funcionaria de fiscalía sostuvo que la calificación legal de “homicidio simple” en calidad de autor para Carrizo debe mantenerse. Recordando también que del teléfono secuestrado a Carrizo refiere éste “me mandé una cagada”. El hecho es muy grave y ha intentado influir sobre testigos. Requiriendo se mantenga la prisión preventiva de Carrizo en los mismos términos en la que le fuera dictada y se rechace la petición de la defensa.
Finalmente el juez penal, Martín Cosmaro, resolvió dictar el arresto domiciliario por el término de un mes para el imputado Carrizo, con prohibición de acercamiento y contacto con las víctimas.
Todavía no corresponde eliminar la antijuricidad –por la legítima defensa planteada- y continúan latentes los peligros de fuga y entorpecimiento, por lo cual advirtió al imputado que en caso de violarse la medida sustitutiva se le revocará inmediatamente el beneficio. Por último la funcionaria de fiscalía solicitó la revisión de la decisión por dos jueces distintos, a lo cual hizo lugar el juez natural dela causa.
