COMODORO RIVADAVIA - Compartir el placer de leer un libro con un hijo puede ser una de las cosas más bonitas y relajantes en la vida de un padre. No sólo por el tiempo que se pasa con los niños, sino también porque es uno de esos momentos en los que se puede ver con claridad cómo sus mentes retienen toda la nueva información que les llega a través de las historias.

¿Cómo leerles a los hijos para que disfruten?

Porque leer un cuento antes de irse a dormir, o una tarde de domingo no trae consigo sólo la diversión de los relatos. Es también una de las mejores formas para que los pequeños empiecen a aprender a leer y a expandir su vocabulario. Y es que tan solo entre los tres y cinco años de edad, un niño puede llegar a multiplicar por dos el número de palabras que es capaz de retener y utilizar.

Pero para que el proceso de aprendizaje sea efectivo y ameno – porque ante todo hay que recordar que estos momentos de lectura compartida deben ser divertidos y una ocasión para pasar un rato agradable en familia – hay algunos consejos que se pueden seguir para sacar el máximo de la experiencia.

Según un estudio de la Asociación Americana de Psicología, hay ciertos aspectos en la manera en la que leemos a los pequeños que pueden suponer un gran empuje en el proceso de aprendizaje.

Leer es cosa de dos (o más)

Hay que recordar que para aprender hace falta practicar. La edad es lo de menos, lo importante es interactuar con tu hijo y que forme parte de la lectura activamente. Es bueno responder a las cuestiones que puedan surgir, comentar las ilustraciones del libro, hacerles preguntas sobre la historia, los personajes... en definitiva leer los dos en voz alta.

Sacar el lado más teatral

Sí, cambiar el tono de voz según los personajes, expresar los diferentes sentimientos que transmite la historia a través de la entonación y leer como si se formase parte de la última película de Marvel es esencial para el aprendizaje. Estos cambios les llamarán la atención y hará que recuerden mejor lo que están leyendo.

No te preocupes por repetir

A veces podemos pensar que leer una y otra vez el mismo cuento puede no ser lo mejor, que para aprender más es mejor que haya variedad. Pero nada más lejos de la realidad, repetir historias y palabras hasta el cansancio (que sean del agrado de los niños, claro) permite que los hijos comprendan mejor las expresiones y así las retengan durante más tiempo.

Después de leer

Esta actividad en familia es también una de las mejores maneras para inculcar a los más pequeños de la casa la pasión por la lectura. Hablar sobre las historias después de leerlas y realizar actividades relacionadas pueden ser una buena forma de despertar el interés por los libros. Ir juntos a librerías, bibliotecas o ferias del libro es también otra manera de compartir experiencias y el amor por la lectura.

Fuente: GQ Noticias

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