La presencia de Laura Jane Richardson, jefa militar de Estados Unidos, en la estación espacial china en Neuquén desató una ola de rechazo por parte de sindicatos y organizaciones locales. Este acto, ocurrido en un día conmemorativo clave para Argentina, fue interpretado como una provocación por parte de algunos sectores de la sociedad.
La visita de Richardson coincide con el 2 de abril, aniversario de la reconquista de las Islas Malvinas. Este contexto avivó las críticas hacia el gobierno local y su aparente alineación con los intereses de Estados Unidos.
El embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley, previamente había expresado su preocupación por la presencia de fuerzas armadas chinas en Neuquén. Estas declaraciones, sumadas a la inspección técnica de los contratos relacionados con la estación espacial, aumentaron las tensiones en la región.
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En respuesta, sindicatos y organizaciones emitieron un comunicado conjunto denunciando la situación como una política de sumisión nacional por parte del gobierno local. Alertaron sobre el peligro que representa esta dependencia de potencias extranjeras y enfatizaron la necesidad de preservar la soberanía del país.
La presencia de Richardson también suscitó temores sobre una posible militarización de la región y la participación argentina en conflictos internacionales. Los firmantes del comunicado hicieron un llamado a la unidad para repudiar la visita de la jefa militar y reafirmar el compromiso con una patria libre, justa y soberana.
El comunicado fue respaldado por diversas organizaciones, incluyendo la CTA-A, ATEN, SEJUN, TerritorioEvita, Casa Patria Neuquen, CCC, Agrupación por la Dignidad de los Trabajadores del Estado (CCC en ATE), CEPA, Libertas, P.J., Libres del Sur, PTP, PCR y JCR.