Este martes se conoció la renuncia del ministro de la Sala Penal, Daniel Báez, a su cargo de ministro del Superior Tribunal de Justicia. Se anunció que permanecerá hasta el 31 de marzo y que luego se convertirá en un jubilado del Poder Judicial. La noticia se conoció luego de una andanada de pedidos de juicio político en la Legislatura, y trascendió que el ministro acordó con el gobierno una salida pacífica. La pregunta que surge es: ¿Qué hará Ignacio Torres ahora con ese lugar vacante?

Según pudo averiguar ADNSUR, el mandatario chubutense evalúa dos grandes opciones. La primera, tiene que ver con una declaración que hizo a fines de diciembre, de su idea de achicar el costo del Estado bajando el número de miembros del STJ de 6 a 5, lo que le parece además una organización más ordenada.

Así lo declaró frente a los intendentes en la cumbre de Comodoro Rivadavia y luego lo dijo al programa “Sin Hilo” en Canal 12, donde expresó “creo que un número interesante sería con 5 integrantes, así no hay empate”.

Con la salida de Báez, Torres evalúa dos opciones para el STJ: acordar el reemplazo o una reforma constitucional

Fuentes del gobierno confirmaron que el gobernador tiene en mente esta idea, que de concretarse, ameritaría una nueva redacción del artículo 163, que actualmente reza “el Superior Tribunal de Justicia se compone de no menos de tres miembros y no más de seis, pudiendo dividirse en salas conforme lo determine la ley. Actúan ante él un Procurador General y un Defensor General. La fijación del número de miembros se establece por ley sancionada con el voto de los dos tercios del total de los miembros que componen la Legislatura. La presidencia del Superior Tribunal de Justicia se turna anualmente entre sus miembros”.

Si esta idea prospera, el nuevo artículo fijaría una integración de cinco miembros, y se habla de una intervención alternada del presidente en ambas salas. La manera de incluirlo sería a través de la enmienda que se piensa enviar a la Legislatura que ya incluye la eliminación del artículo que habla de los fueros, y que fue anunciada en campaña por Torres.

OTRA OPCIÓN, EL REEMPLAZO

Claro está que, ante la vacante de Báez, a Torres le han llovido ofertas de nombres para reemplazarlo, que le abren una puerta de acuerdos políticos que antes no estaban en carpeta. Fuentes del gobierno reconocieron que hay sectores del peronismo que han ofertado cerrar un acuerdo si gobernador accede a enviar un nombre puntual, que no ha trascendido.

Con la salida de Báez, Torres evalúa dos opciones para el STJ: acordar el reemplazo o una reforma constitucional

Por lo tanto, la opción concreta sería priorizar un acuerdo político, dejar para más adelante la enmienda constitucional, y priorizar la gobernabilidad, buscando mayorías especiales y abarcando a un sector de la oposición, enviando un nuevo pliego con otro/a postulante para el lugar de Báez.

Hay que recordar que actualmente hay dos ministros que vienen de larga data, de la gestión dasnevista, que son Mario Vivas y Alejandro Panizzi, mientras que en el gobierno de Mariano Arcioni, se ocuparon cuatro vacantes: Camila Banfi llegó propuesta por el peronismo de Comodoro Rivadavia, Silvia Bustos por el radicalismo del valle, Ricardo Napolitani por su cercanía con el mismo Arcioni, y el caso de Báez, bien visto por el sastrismo y el arcionismo.

¿Buscará Torres designar a una figura de su agrado? ¿Accederá a acordar algún nombre con la oposición? ¿O preferirá achicar el número de miembros y no ocupar la vacante? Alguna de las tres alternativas se conocerá en las próximas semanas.

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