Cambios a la ordenanza canina: “Es contraria al nuevo Código de Convivencia” porque impide intervenir al municipio en caso de perros peligrosos

El subsecretario de Fiscalización del municipio comodorense, Héctor Quisle, explicó este miércoles que la Secretaría de Control Operativo y Seguridad presentó el proyecto para reformar la ordenanza aprobada el año pasado, porque contradice el nuevo Código de Convivencia (ex Contravencional), ya que esa norma exige que el municipio tome intervención ante casos de perros mordedores, para retirarlos temporalmente de la vía pública, a fin de reeducarlos. Y aclaró que no se apunta a restablecer el servicio de perrera. 

La polémica resurgida por el control canino en la ciudad plantea una diferencia de criterios no sólo entre el bloque de concejales del Frente de Todos y la oposición legislativa, sino también entre los ediles oficialistas y un sector del Ejecutivo municipal.

Quisle reconoció en diálogo con Actualidad 2.0 que el área que conduce Ricardo Gaitán presentó el proyecto de modificación ante la Secretaría de Gobierno, para retomar algunos aspectos que se habían propuesto en el proyecto original que elaboró el Ejecutivo el año pasado, aunque luego el Concejo aprobó la norma con cambios.

Puntualmente, el funcionario detalló que se busca que el municipio tenga la facultad de retirar temporalmente de la calle a animales potencialmente peligrosos, que ya han provocado mordeduras o generan riesgo para las personas, para poderlos reeducar y luego darlos en adopción.

“No queremos crear un sistema de perrera –aclaró Quisle-, sino trabajar con un centro veterinario, como habíamos previsto en el proyecto original, para poder controlar a la población de riesgo. El nuevo código contravencional (sic) nos obliga a intervenir, a través de la fiscalía, para hacernos cargo de los animales de riesgo en un proceso de tratamiento sanitario, para luego ponerlos en adopción”.

Quisle enfatizó además que se busca cambiar sólo algunos artículos, entre tres o cuatro, pero manteniendo el espíritu original de la norma, para trabajar sobre las castraciones masivas, algo que aseguró que se está haciendo en los distintos barrios de la ciudad.

“Queremos responder también a la inquietud de muchos vecinos que nos han planteado estos problemas”, indicó, ante la consulta sobre la discusión que tendrá que dar el Ejecutivo con integrantes de su propio bloque, que por otro lado ya anticiparon posturas contrarias a generar cambios.