PUERTO MADRYN - Romina Ubilla, una vecina de Puerto Madryn denunció que, tras haberse separado de su pareja, hace alrededor de unos 14 meses, el hombre, que es oficial de Policía, le “desmanteló” la casa y que, tras reiterados pedidos a autoridades de distintos sectores del Estado provincial y municipal, no recibió respuestas concretas.

“Me dieron la orden de restricción después de que mi caso tomó estado público, pero la pedí hace un año y no me la quisieron otorgar”, expresó Romina Ubilla, quien criticó duramente el accionar de la Justicia, luego de que decidiera separarse de la persona con quien convivía, de nombre Carlos Eduardo Sosa, según dio a conocer, con quien habría protagonizado varios episodios de violencia que la habrían llevado a tomar la decisión de abandonar el hogar junto a su hijo, por cuya tenencia atraviesan, actualmente, una batalla legal.

“Se llevó desde los apliques, hasta los cables, el tabique de agua, y quedó solamente la estructura de la casa, además de que también rompió las paredes”, manifestó la damnificada, que actualmente reside en casa de sus padres. Agregó que "imaginemos cómo sería mi situación si hoy no estuviera en lo de mis padres; estaría con mi hijo en la calle o todavía con él, aguantándolo porque no tendría adonde ir”, lamentó la joven madre, a la vez que criticó que “sin embargo, todos los políticos se la pasan hablando de violencia de género y de proteger a la víctima”.

"NO ME QUISIERON TOMAR LAS DENUNCIAS"

Según comentó Ubilla, la situación se remonta a 2015, hace aproximadamente un año y medio, cuando decidió separarse de su ex pareja. "Desde que estábamos juntos había violencia, pero lo cierto es que nunca lo había denunciado; después de que me separé, hice la primera exposición y, al poco tiempo, la primera denuncia por violencia”, relató la mujer, agregando que “como él es policía, no me animaba a hacer las denuncias, y después de que pasó tanto tiempo, veo que tan errada no estaba porque él se enteraba siempre que yo denunciaba”.

Además, sostuvo que “he ido a la Comisaría de la Mujer y no me han querido tomar denuncias porque, por ejemplo, no les llevaba el Régimen de Visitas” y recordó que “en una ocasión, él se llevó a mi hijo, cuando aún no teníamos el régimen de visitas, lo tuve que buscar a las nueve y media de la noche, cuando salgo de trabajar en el Instituto, pero no estaba; lo llamé un montón de veces y él se había ido a Rawson, por lo que decidí hacer una denuncia y me dijeron que no podía hacerla, ya que si no existía un régimen de visitas, él no tenía la obligación de devolverme a mi hijo en ningún horario, por lo que esa noche mi hijo no volvió conmigo y ni siquiera había cumplido los dos años”.

"VA ARMADO A MI CASA"

Al otro día, “con mi abogada hicimos una carta para que me devolviera a mi hijo, y después hicimos varias denuncias más”, a la vez que alertó que “nadie tiene en cuenta de que él es agresivo y va todos los días armado a mi casa”.

Sobre las agresiones, la mujer describió que “la mayoría de las veces eran empujones, o me revoleaba la mochila de mi hijo, pero nunca se sabe hasta donde puede llegar; hace un año más o menos, pedí una orden de restricción pero nunca me la dieron, recién lo hicieron luego de que todo esto tomó estado público a través de los medios, hace algunos meses, y todavía la tengo”.

DISPUTA POR TERRENO

Además, la ex pareja de Ubilla, según describió, habría “desmantelado” la vivienda de la cual ella es titular, ubicada en el Barrio Oeste de la ciudad. “Cuando eso pasó y mi situación tomó estado público, se contactaron funcionarios de la Provincia, y en el caso del Municipio, solamente del área de Desarrollo Comunitario”, en relación a un terreno del cual la mujer es propietaria y sobre el cual fue construida la vivienda aparentemente “desarmada” por la ex pareja, y del cual no poseía físicamente los papeles de la titularidad, tras haberse ido de su propia casa por situaciones de violencia.

“Hace algunos meses, me facilitaron todos los papeles del terreno, ya que cuando me fui de mi casa no me llevé nada y no había ninguna constancia de que el terreno fuera mío, por lo cual finalmente me consiguieron los papeles, que estaban en el Concejo Deliberante y a los que les faltaba una firma que demoró más de un año, para darme la titularidad completa”, comentó, agregando que “desde allí dijeron que no iban a poner la firma que faltaba, sino que iban a otorgar el terreno a quien la jueza consideraba que correspondía, a lo que les respondí que no era lo mismo una atribución del hogar a quién es realmente el propietario, y lamentablemente la última preadjudicación quedó a nombre de él”.

Recientemente, “se contactaron conmigo desde el Municipio para ofrecerme solucionar el tema del terreno y tuve una reunión con autoridades del área de Tierras y de Desarrollo Comunitario, y me dijeron que debía hacer una carta al Intendente, pero les dije que ya había hecho varias cartas, en las que adjunté todas las denuncias”, sostuvo la mujer, y remarcó que “dos meses pasaron de esa reunión, que tuvo lugar a fines de julio, y no me llamaron más”.

SE LLEVÓ TODO

Actualmente, Romina Ubilla vive con sus padres y su hijo en el barrio 287 Viviendas. “Cuando pasó todo esto, le pedí a mi ex pareja que al menos me devolviera la cama, pero nunca accedió a devolverme mis cosas, ni siquiera los muebles, que son míos; hoy por hoy, ya sé que no voy a recuperar nada”. La casa prefabricada de la cual la mujer es propietaria fue literalmente “vaciada”, quedando solamente la construcción, con ladrillos a la vista, en un estado imposible de ser habitada.

Consultada sobre los destrozos que sufrió la edificación, ubicada en la calle Entre Ríos, mencionó que su ex pareja se llevó “desde los apliques, hasta los cables, el tabique de agua, y quedó solamente la estructura de la casa, y como es prefabricada, las paredes son de durlock, aunque estaba revestida, pero también las rompió”.

CRÍTICAS A LA ATENCIÓN EN LA COMISARÍA DE LA MUJER

El viernes 23 de julio, “salía del juzgado, iba camino a mi casa, y al llegar alrededor de las 9 de la mañana, vi que una persona estaba arriba de un tractor, dispuesta a demolerla, además de que había un camión detrás”, contó Ubilla, y se refirió al diálogo que mantuvo con dicha persona.

“Me dijo que lo había contratado Sosa para demolerla y que quería que la demoliera el día anterior, además de que lo había llamado y le había dicho que vivía en Trelew y que necesitaba demoler la casa porque se había ido de Madryn, cuando en realidad vive acá porque prestaba servicio en esta ciudad”, indicó la mujer, agregando que el episodio no llegó a consumarse y que, afortunadamente, la construcción no fue finalmente demolida.

Ubilla expresó que “me parece terrible que tenga que salir en los medios para que se hagan las cosas y que me sigan tomando el pelo, además de que los políticos siguen dando discursos sobre la violencia de género y la asistencia a la víctima” y planteó que “imaginemos cómo sería mi situación si hoy no estuviera en lo de mis padres; estaría con mi hijo en la calle o todavía con él, aguantándolo porque no tendría adonde ir”.

Por otra parte, no ahorró críticas a la Comisaría de la Mujer y mencionó que “el trato que dan no es bueno, ofrecen psicólogo, médico y demás, pero cuando uno va, nada que ver”

"SI TODOS HUBIERAN ACTUADO BIEN, ESTO NO PASARÍA"

La joven mujer también hizo hincapié en que “yo no estoy pidiendo que me den una casa” y que “desde un principio, si la jueza, cuando yo le pedí volver a mi casa, porque tenía un hijo de un año y medio y no tenía donde dormir mientras se llevaba adelante el juicio, hubiera accedido; si el Jefe de Policía, siete meses atrás, cuando le presenté la denuncia, hubiera actuado, o bien si el jefe de la Seccional Tercera, cuando le dije que un empleado estaba falsificando los horarios y me estaba acosando con el patrullero, hubiera hecho algo, todo esto se hubiera evitado, yo tendría mi casa en condiciones, un lugar para vivir con mi hijo y no tendríamos que haber atravesado todo esto, pero con todas las denuncias que realicé, además de las de carácter público, estoy en la misma situación”.

La damnificada relató que, recientemente, “le hicieron un examen psicológico de la Policía y me informaron que los resultados fueron bastante malos, por lo cual con mi abogada lo pedimos, pero como él quiere la tenencia definitiva de mi hijo en el juicio, pedimos si podían enviarnos el informe directamente desde la Policía; pero la jueza contestó ‘que lo solicitemos más adelante’, y la verdad es que es mi hijo el que se va con él”.

Fuente: El Diario de Madryn

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