En un histórico fallo, la jueza de Familia de Villa Regina, Claudia Vesprini, dictaminó que una joven del Alto Valle ya no llevará el apellido de su padre, quien fue condenado por abuso sexual en su contra cuando era una niña. La adolescente, que alcanzó la mayoría de edad durante el proceso legal, solicitó conservar únicamente el apellido de su madre en su identidad, evitando cualquier vínculo legal con su padre abusador.
La jueza Vesprini destacó la importancia de respetar la voluntad de la joven y su derecho a construir su identidad de manera libre y saludable. En su fallo, expresó: "Portar un apellido es una insignia que no sólo proviene de nuestros antepasados, sino que también representa afecto, orgullo, responsabilidad; pero estos atributos, en la realidad, no siempre los portan los progenitores, pudiendo ese apellido representar dolor, rabia, vergüenza, entre otros".
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El proceso legal se inició con la demanda presentada por la madre de la joven cuando aún era menor de edad, y se confirmó con la declaración de la adolescente, testimonios adicionales y evaluaciones psicológicas. La condena penal del padre por abuso sexual también se presentó como prueba.
La jueza Vesprini señaló que la identidad personal se construye de manera dinámica y que la joven llevaba tiempo utilizando únicamente el apellido de su madre en diversos ámbitos de su vida. El padre, citado al proceso, aceptó sin condicionamientos la supresión del apellido.
El fallo destaca que, si bien las leyes buscan garantizar la coincidencia entre filiación, nombre y registración, esta regla no es absoluta. "La identidad personal se construye diariamente, resulta de un devenir, de comportamientos sociales y familiares que identifican a una persona por 'ser quien es' y 'quien dice ser'", concluyó la jueza.