Encontraron la terrorífica carta del hombre que se suicidó después de matar a martillazos a su pareja y al hijo
Antes de quitarse la vida, el asesino escribió un texto indicando los motivos de sus acciones y sus dichos causaron sorpresa por su parecido al caso del odontólogo Ricardo Barreda.
En los últimos días, la policía de la localidad bonaerense de Olavarría encontró dos cuerpos en el interior de un freezer y otro colgado en un pasillo en lo que significó un doble homicidio seguido de suicidio.
A raíz de investigaciones, confirmaron que el hombre que se quitó la vida había asesinado a martillazos a su pareja y al hijo de ella por maltrato, algo que recuerda al caso del odontólogo Ricardo Barreda.
Este miércoles encontraron una carta escrita por el asesino donde indica los motivos de sus acciones afirmando su arrepentimiento en algo cercano a dos carillas. El mismo aseguró haber sido víctima de bullying, algo que llevó a “hacerlo explotar” y tomar la drástica decisión.
La carta
"Yo sé que no se justifica lo que hice. Fue una reacción de la cual me arrepiento", dijo Marcelo Fabián Ene, de 40 años, al inicio del texto escrito a mano de dos carillas.
Al hacer referencia a que recibía malos tratos de parte de la mujer, dijo que estaba "cansado" de llegar del trabajo y tener que hacer las cosas de la casa como "cocinar", "lavar los platos" o hacer "los mandados".
"Yo era una mucama acá" y "me llenó los huevos" son otras de las frases de la carta del homicida, que está repleta de faltas de ortografía, según averiguó Télam.
"Era algo insoportable y estresante llegar todos los días de trabajar y problemas tras problemas y yo no hacía más nada que trabajar, cocinar y dormir", señaló Ene en la carta donde además se quejó de que su mujer no lo dejaba hablar con sus amigos, tomarse una cerveza o salir con la excusa de hacer "un mandando" porque desconfiaba de la relación que podía tener con la almacenera.
"El jueves exploté", confesó y detalló cómo cometió los crímenes de su pareja, María Sandra Aguer (53) y del hijo de ella, Thiago Contreras (13), de quien dijo que era un "maleducado".
"Me levanté sin decir nada, agarré el martillo, entré a la pieza sin mediar palabras y le di 10 martillazos en la cabeza y luego fui al futón y le di otros 10 martillazos al pendejo (sic)", a quien acusó de ser "maleducado, prepotente, caprichoso y altanero", entre otros calificativos.
"Fui un hijo de mil puta. Solo me queda pedir perdón, pero el perdón no arregla lo que hice. No le digan a mi vieja, tírenme al arroyo y listo", concluye la carta.
Finalmente, en una posdata, explicó que decidió congelar los cuerpos de ambas víctimas en el freezer del domicilio para poder velarlos. "Los metí al freezer para que puedan velarlos como corresponde", dice esa frase final.
Ante un caso de violencia de género a mujeres y LGTB+ comunicarse con la Línea 144.