En las últimas horas se conocieron las torturas y el maltrato al que fue sometido un peón chileno en Santa Cruz. El hombre se reencontró con su familia luego de 20 años, quienes pensaron que estaba muerto hasta que se enteraron que era víctima de trata de personas. 

Christian Blanco, cónsul chileno en Río Gallegos, habló acerca de la situación. Según detalló, el hombre era sometido a múltiples abusos en un predio perteneciente a un matrimonio sobre la  ruta provincial 53, en una chanchería de Río Gallegos. 

El hombre de apellido Alvarado, sufre un retraso madurativo y según establecieron los investigadores desarrolló una relación similar al “Sindrome de Estocolmo” con los dueños del lugar, que lo utilizaban para sacarle información acerca de los demás trabajadores.

"Él generó una dependencia extrema con el dueño de la chanchería. Es lo que se llama el Síndrome de Estocolmo. Era como su mano derecha, pero en condiciones paupérrimas. Era como su animalito", agregó el cónsul en diálogo con el portal chileno Emol.

Blanco, que participó de la repatriación de Mansilla a su país, contó que sólo pudo hablar "sólo cinco minutos" tras su liberación de la granja porcina.

"En todo momento preguntaba por su celular. A él lo controlaban con la hora y eso le preocupaba. Aún sentía que debía volver al lugar", explicó.

En relación a los abusos recibidos, describió que "fueron en gran cantidad y de todo tipo", al mismo tiempo que reveló: "Al realizar exámenes médicos se comprobó que tiene dos impactos de bala en su cabeza".

​En cuanto a la detención de los dueños de la chanchería, el cónsul manifestó que la víctima "no está para nada en condiciones de declarar en el juicio". Y añadió: "La fiscalía me pidió solamente que estuviera a salvo con su familia y mantener contacto con ellos".

Por último, se refirió a la reacción de los familiares en medio del reencuentro luego de dos décadas: "Para ellos estaba muerto, no sabían de su paradero. Un tío viajó el martes pasado, lo fue a buscar y el viernes se lo llevó a Punta Arenas".

Cómo descubrieron el caso

Una joven realizó una denuncia en noviembre pasado, contra los propietarios del predio donde funciona la chanchería. Les dijo a los policías que se desempeñaba como gerente en la granja, donde vivía junto a los cerdos que eran faenados.

Luego de un allanamiento el Juzgado Federal rescató a 19 personas que cumplían diferente funciones. Los trabajadores vivían en condiciones inhumanas, con “tachos para hacer sus deposiciones, bajos sueldos y malos tratos”. 

El ciudadano chileno siguió trabajando los últimos meses en la granja bajo la supervisión de un administrador designado por el juzgado federal de Río Gallegos. Pero la causa se reactivó la semana pasada con la detención de los dueños por entorpecer la investigación al intentar comunicarse con Mansilla para ofrecerle nuevas tareas.

La Policía rescató al trabajador que vivía en un cuarto dentro del local, luego de un allanamiento realizado por la división Trata de Personas de la Policía de Santa Cruz, a instancias del Juzgado Federal.

La Justicia pudo establecer que Mansilla había llegado a Río Gallegos hace 20 años. Desde ese entonces, había perdido contacto con su familia, de la isla de Chiloé, al sur de Chile. El consulado chileno logró contactar a sus familiares y el hombre volvió a su país..

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